Match Group, la entidad propietaria de aplicaciones de citas como Tinder y Hinge, enfrenta acusaciones de haber diseñado intencionadamente sus plataformas para fomentar el uso compulsivo entre sus usuarios.
Una demanda interpuesta este miércoles 14 de febrero, día de San Valentín, ante la corte federal del Distrito Norte de California, argumenta que las aplicaciones de citas de Match están plagadas de características adictivas que no solo alientan su utilización persistente, sino que además configuran un “circuito perpetuo de pagar para jugar” según publicó The Associated Press.
El documento legal, presentado por seis usuarios de estas aplicaciones, busca el reconocimiento como demanda colectiva y sostiene que estas prácticas no solo son dañinas sino también éticamente cuestionables, dado que colocan el lucro por encima del compromiso de ayudar a los usuarios a hallar relaciones románticas.
“El modelo de negocio de Match depende de la generación de beneficios a través de la monopolización de la atención de los usuarios”, recalca el texto de la demanda. Esta acusación se apoya en la crítica a las características del producto, que según la acusación, manipulan la dopamina del cerebro de manera similar a los juegos de azar, transformando a los usuarios en “tahúres enfrascados en una búsqueda de recompensas psicológicas” deliberadamente escurridizas.
Esta situación coloca a Match Group en un terreno complicado, especialmente en un momento donde el escrutinio hacia las prácticas adictivas de las tecnológicas está en aumento. Tal como ha sucedido con empresas como Meta Platforms, dueña de Facebook e Instagram, que han sido señaladas por contribuir a la crisis de salud mental, especialmente entre los jóvenes, mediante el diseño de funciones adictivas en sus plataformas.
¿Son realmente útiles estas aplicaciones?
Jenny Marques, doctora en conducta humana y sexóloga consultada por Infobae da respuesta a esta interrogante. Según la experta, “el uso de apps es 100% útil para encontrar pareja en este mundo actual, donde la mayoría de la gente está refugiada en el trabajo, en casa, trabajando desde casa, y es mucho más difícil hoy en día relacionarse físicamente y conocer posibles parejas físicas”.
Sin embargo, la experta hace énfasis en no perder de vista que este tipo de plataforma responden a un negocio: “No debemos pasar por alto que todas las aplicaciones, todas, en internet han refinado sus estrategias para estimular nuestros sistemas de dopamina y que cada día estemos más interesados en estar en línea” explicó.
Partiendo de dicha realidad, Marques recomienda utilizar estas herramientas a favor de los usuarios, empleando los filtros disponibles para mejorar la precisión en la búsqueda de parejas potenciales y, por ende, obtener resultados más satisfactorios.
“La cara buena de las aplicaciones para conocer personas, para conocer posibles parejas, es que cada día se perfeccionan más en las características que quieres exponer de ti mismo y buscar en la otra pareja. Eso hace también que exista la posibilidad de que cuanto más yo me conozca, más voy a poder utilizar a mi favor esos filtros que tienen las aplicaciones para conseguir lo que quiero” explicó la sexóloga.