En un insólito incidente aéreo, una aeronave de pequeñas dimensiones logró aterrizar de manera segura en el Aeropuerto Internacional Buffalo Niagara, luego de que una de sus puertas se desprendiera en pleno vuelo cerca de la localidad de Cheektowaga, un suburbio de Buffalo, en Nueva York. El suceso tuvo lugar alrededor de las 17:30 horas del lunes, según reportaron las autoridades de transporte. A bordo del avión monomotor Diamond DA40 viajaban dos personas, quienes afortunadamente resultaron ilesas tras el percance.
La situación se tornó tensa cuando el piloto, tras darse cuenta de la ausencia de la puerta trasera izquierda de la cabina, se comunicó con los controladores de tráfico aéreo para informar sobre la emergencia, declarando: “Tenemos una emergencia; estamos volviendo”.
La partida inicial y el retorno al mismo aeropuerto de salida se realizaron en un lapso de tan solo siete minutos, entre las 17:39 y las 17:46 horas. Este hecho resaltó la rápida respuesta del piloto ante una situación potencialmente peligrosa.
La policía de Cheektowaga indicó que se cree que la puerta cayó en la zona del Parque Stiglmeier, aunque hasta el momento de reportar este suceso no se había logrado recuperar. “No se han reportado heridas ni daños a la propiedad”, aseguraron las autoridades a NBC.
New York Post informó que continúan con la búsqueda de la puerta desprendida. A pesar de la gravedad del incidente, la falta de daños y heridos representa un desenlace favorable dentro de las circunstancias inusuales.
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha tomado la iniciativa de investigar a fondo este incidente. Es menester destacar que este suceso se produce después de otro incidente similar, cuando una puerta se abrió en pleno vuelo en un avión de Alaska Airlines el 5 de enero, mientras sobrevolaba Oregón a unos 4.877 metros de altura. Se informó que a la aeronave Boeing 737 Max 9 le faltaban tornillos críticos que deberían haber sido instalados por empleados de Boeing al salir de fábrica.
Este incidente no solo suscita preocupaciones sobre la seguridad aérea, sino que también plantea interrogantes sobre los procedimientos de inspección y mantenimiento de las aeronaves. A medida que la FAA lidera la investigación, la comunidad aeronáutica y el público esperan respuestas claras sobre las causas de estos fallos, para garantizar que se implementen las medidas necesarias y evitar que incidentes similares ocurran en el futuro.
La respuesta de los equipos de emergencia y la habilidad del piloto para manejar la situación y asegurar un aterrizaje seguro son elementos destacables de este incidente. Sin embargo, la pérdida de una parte tan fundamental del avión en pleno vuelo subraya la importancia de adherirse a estrictos estándares de seguridad y mantenimiento en la aviación.
Hasta el momento, el Aeropuerto Internacional Buffalo Niagara y el Departamento de Policía de Cheektowaga no han emitido comentarios adicionales sobre el suceso. La comunidad local y la industria aeronáutica permanecen atentas a los desarrollos futuros de esta investigación, esperando que se tomen las acciones correctivas adecuadas para reforzar la seguridad en los cielos.