Kevin Konther, un hombre de 57 años residente en California, Estados Unidos, fue condenado a 140 años de prisión por la violación de una niña de 9 años y una mujer de 32, en hechos que se remontan a más de dos décadas atrás. Esta sentencia, dictaminada por un juez en la Corte Superior del Condado de Orange, marcó el cierre de un caso que logró avances significativos gracias a la tecnología genética.
Según informes de NBC News, la investigación que llevó a la captura de Konther y su hermano gemelo en 2019 reveló un giro inesperado cuando el sentenciado intentó incriminar a su hermano por los delitos, aprovechando su idéntica composición genética.
Sin embargo, grabaciones secretas entre los dos hermanos después de su arresto contendrían múltiples declaraciones autoincriminatorias de Konther, incluyendo admisiones de ser el autor de estos actos.
En estas grabaciones, se escucha al culpable realizar comentarios despectivos hacia las mujeres y hablar sobre un “desequilibrio químico” en su cerebro, lo que refleja la los conflictos que ha enfrentado durante años.
El proceso judicial culminó con la condena máxima de 140 años a cadena perpetua para Konther, quien fue convicto en febrero de dos cargos de violación forzada y otros delitos, incluida la agresión sexual a una tercera víctima, la hija de una antigua novia.
People recordó que los ataques perpetrados por Konther se remontan a octubre de 1995 y junio de 1998. En el primer caso, una niña de 9 años fue agredida al regresar de comprar material escolar.
Casi tres años después, una mujer de 32 años sufrió un destino similar mientras corría en Mission Viejo. La identificación de Konther como el agresor fue posible gracias a la coincidencia de ADN en los dos ataques, un avance obtenido por la utilización de estudios genéticos en la investigación de 2018.
El incesante esfuerzo de justicia por parte del Departamento de Policía del Condado de Orange y la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Orange ha asegurado que otro depredador que acecha a jóvenes y mujeres nunca vuelva a ser una amenaza, expresó el Fiscal de Distrito, Todd Spitzer.
Kevin Konther intentó en vano atribuir sus crímenes a su hermano gemelo, lo que pone en relieve la complejidad de estos casos y la importancia de la evidencia más allá del ADN. La fiscalía enfatizó que, pese a la similitud genética, fue la realización de grabaciones encubiertas las que finalmente permitieron diferenciar a Konther como el culpable de estos atroces actos.
CBS News resaltó que este caso resalta no solo los avances en las técnicas de investigación criminal, sino también la persistencia de las autoridades para asegurar que se haga justicia, incluso décadas después de cometidos los delitos. Ahora, con Konther tras las rejas, las víctimas y sus familias pueden comenzar el largo proceso de sanación, sabiendo que su agresor enfrenta las consecuencias de sus acciones.