La trágica muerte de Órla Baxendale, una joven profesional de la danza de 25 años, tras consumir una galleta mal etiquetada que contenía cacahuetes, un ingrediente no declarado, ha conmocionado a la comunidad y ha dejado en evidencia la grave falta de cumplimiento de las normativas de etiquetado de alimentos.
El lamentable suceso tuvo lugar el 11 de enero cuando Baxendale sufrió un choque anafiláctico después de ingerir el producto durante una reunión social en Connecticut. La galleta, un producto de la cadena de supermercados Stew Leonard’s, estaba fabricada por la mayorista Cookies United con sede en Islip, Nueva York.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) y Stew Leonard’s emitieron recientemente un llamado a retiro de las Galletas Florentinas de Vainilla vendidas en las tiendas de Danbury y Newington en Connecticut del 6 de noviembre al 31 de diciembre.
Se vendieron aproximadamente 500 paquetes de las mencionadas galletas durante las festividades navideñas. La fiscal Marijo C. Adimey, representante legal de la familia Baxendale, señaló que la muerte ocurrió debido a “la negligencia grave y la conducta imprudente” de los fabricantes y vendedores por no identificar correctamente los contenidos de la galleta en el empaquetado.
La víctima había nacido en East Lancashire, Reino Unido, y se había mudado a Nueva York en 2018 para asistir a la Escuela Ailey, convirtiéndose en una parte integral del mundo de la danza de Nueva York.
Baxendale era reconocida como una “embajadora del entusiasmo, la fuerza y la belleza” y destacaba en ballet, danza contemporánea y step irlandés. Su muerte no solo representa una tragedia personal para su familia y amigos, sino también una “pérdida significativa para la comunidad artística”, según declararon sus representantes legales.
La controversia surgió alrededor de la correcta identificación de los alérgenos en el producto. Cookies United afirmó haber notificado a múltiples empleados de Stew Leonard’s por correo electrónico en julio de 2023 que las galletas ahora contenían cacahuetes. Sin embargo, el presidente y CEO de Stew Leonard’s, Stew Leonard Jr., declaró que el cambio en la receta del producto, de usar soja a cacahuetes, no fue notificado al jefe de seguridad de la compañía.
La falta de comunicación efectiva y el incumplimiento de las normativas de etiquetado que requieren la declaración de ingredientes alergénicos como cacahuetes y huevos han puesto de manifiesto la importancia de procesos rigurosos de seguridad alimentaria.
La Comisión de Protección al Consumidor de Connecticut y la FDA están investigando cómo ocurrió este error para prevenir tragedias similares en el futuro. Además, se está examinando si otros productos fueron afectados y vendidos en otras tiendas.
Este caso resalta la necesidad crítica de adherirse a las leyes federales que identifican los nueve alérgenos principales y requieren que dichos ingredientes sean listados en el empaquetado de alimentos. La muerte de Baxendale es un recordatorio desgarrador de las consecuencias potencialmente mortales de la negligencia en el etiquetado de alimentos.