La mayoría de adultos jóvenes estadounidenses aún dependen económicamente de sus padres

Un informe reciente revela que menos del 50% de los adultos jóvenes en Estados Unidos logran independencia financiera sin ayuda de su familia

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Solo el 45% de jóvenes americanos se consideran independientes financieramente de sus padres. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Solo el 45% de jóvenes americanos se consideran independientes financieramente de sus padres. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un informe reciente del Pew Research Center reveló cambios significativos en el rumbo de la vida de los adultos jóvenes en Estados Unidos, comparado con las generaciones anteriores. El estudio destaca que una mayoría personas entre 18 y 34 años sigue dependiendo económicamente de sus padres, en un contexto donde alcanzan ciertos hitos de la vida más tarde y se enfrentan a mayores niveles de deuda.

“La mayoría de los padres cree que hicieron un buen trabajo preparando a sus hijos para la adultez, pero todos coinciden en que los adultos jóvenes no son completamente independientes económicamente”, señaló Kim Parker, directora de tendencias sociales en Pew, subrayando la combinación de reconocimiento de la ayuda recibida y el optimismo hacia el futuro que manifiesta esta generación.

Esta dependencia financiera no solo se refleja en la ayuda que reciben para gastos como la renta o las facturas de los móviles, sino también en que casi el 60% de los padres han ayudado económicamente a un hijo adulto durante el último año.

Además, la proporción de adultos jóvenes con estudios universitarios es mayor que en generaciones previas; sin embargo, esto viene acompañado de un aumento en los préstamos estudiantiles y la deuda hipotecaria.

Comparando con años anteriores, el 40% de los adultos entre 25 y 29 años cuenta con un título universitario hoy día, superior al 24% de 1993. Consecuentemente, más de estos jóvenes lidian con deudas estudiantiles: cerca del 43% de personas entre 25 y 29 años tienen deudas por préstamos estudiantiles en la actualidad, un aumento notable del 28% de 1993.

Un reflejo claro de la carga financiera es que los propietarios de viviendas de entre 29 y 34 años tienen alrededor de 190,000 dólares en deuda hipotecaria, frente a los 120,000 dólares de 1993, ajustados por inflación.

Los investigadores también han notado un cambio en las actitudes sociales que ahora ven menos estigma en que los jóvenes permanezcan más tiempo en casa de sus padres. Aproximadamente el 57% de los jóvenes de 18 a 24 años viven con sus padres. “El costo de la vivienda y el alquiler se cierne sobre gran parte de esto”, apuntó Parker, refiriéndose a la aceptación del arreglo de vivir con los padres siendo adultos.

Paralelamente, entre los adultos jóvenes americanos se observa un retraso en alcanzar hitos clave como el matrimonio y la paternidad. En 1993, alrededor de 63% de las personas de 30 a 34 años estaban casadas, cifra que ahora ha disminuido al 51%. El descenso en la crianza de hijos es aún más pronunciado, pasando del 60% al 27% en la misma franja de edad.

El informe también indica que un 33% de los jóvenes adultos han ofrecido ayuda económica a sus padres durante el último año y que la ayuda financiera de los padres es utilizada comúnmente para gastos del hogar y servicios, como facturas de teléfonos móviles y suscripciones a servicios de streaming.

En cuanto a la situación económica de los padres que apoyan a sus hijos, un 36% admitió que este apoyo ha perjudicado “al menos algo” sus finanzas, en especial entre aquellos con ingresos más bajos.

Aunque continúan apoyándose en sus padres, tres de cada cuatro jóvenes estadounidenses confían en su futura autosuficiencia financiera. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Aunque continúan apoyándose en sus padres, tres de cada cuatro jóvenes estadounidenses confían en su futura autosuficiencia financiera. (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Los adultos jóvenes con ingresos más bajos (43%) son más propensos que aquellos con ingresos medios (28%) o altos (19%) a decir que ayudaron financieramente a sus padres”, según reveló el estudio de Pew.

Es indiscutible que estos patrones evidencian una generación que vive y se desarrolla en un contexto muy diferente al de sus progenitores. Dentro de todo esto, prevalece un sentido de esperanza, ya que tres cuartas partes de los que aún dependen de sus padres creen que alcanzarán la independencia financiera con el tiempo.

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