Una innovadora vacuna contra el cáncer, que promete minimizar los efectos secundarios usuales, está cerca de entrar en la fase 3 de ensayos clínicos. Desarrollada por el Dr. Thomas Wagner, fundador de Orbis Health Solutions, esta vacuna representa un enfoque personalizado y único para el tratamiento de la enfermedad. “La tragedia del cáncer no es sólo esa persona, el diagnóstico, sino también el miedo a la terapia”, dijo Wagner a ABC News.
El Dr. Wagner ha dedicado gran parte de su carrera a investigar cómo tratar el cáncer apoyándose en el sistema inmune del paciente en lugar de destruirlo, como sucede con tratamientos tradicionales como la quimioterapia. Este nuevo método implica el desarrollo de una vacuna a partir de células tumorales del propio paciente, creando una respuesta inmunológica dirigida que permite al sistema del cuerpo reconocer y combatir el cáncer de manera eficaz.
La vacuna TLPO, desencadena una respuesta inmune que aprende a identificar y atacar las células cancerígenas. Este procedimiento ha sido el resultado de décadas de estudio y ahora, al borde de la última fase de pruebas, podría constituirse como un pilar en la cura de distintos tipos de cáncer, especialmente si se combina con la detección temprana de la enfermedad.
El tratamiento busca superar las limitaciones de métodos convencionales, que suelen tener graves consecuencias para la salud del paciente, como la caída del cabello, náuseas, vómitos y una disminución significativa de la inmunidad que expone al individuo a infecciones potencialmente mortales. Con la vacuna TLPO, estos efectos serían sustancialmente reducidos o eliminados, mejorando considerablemente la calidad de vida de los pacientes mientras combaten la enfermedad.
Inicio de la fase 3
La vacuna contra el cáncer TLPO de Wagner ha demostrado resultados prometedores en los ensayos clínicos de fase 2, llevados a cabo en pacientes con melanoma avanzado. Presentada durante una conferencia académica, la vacuna reveló que casi el 95% de los participantes se mantenía con vida tras tres años de tratamiento, y un 64% de ellos no presentaba signos de enfermedad.
Asimismo, se observó una supervivencia libre de enfermedad del 60% en pacientes con melanoma en etapa III y del 68% en aquellos con la enfermedad en etapa IV, tratados únicamente con la vacuna, mientras que el grupo placebo presentó porcentajes significativamente menores, y ninguno de los pacientes con enfermedad en etapa IV se mantuvo libre de la enfermedad.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó el inicio del ensayo clínico de fase 3 de la vacuna de Wagner, que tiene previsto durar tres años y reclutar a 500 participantes durante el 2024. Estos resultados, aún en etapa intermedia, aún no son concluyentes y deben ser validados en estudios más amplios. Los efectos secundarios más comunes reportados fueron similares a otras vacunas estimulantes del sistema inmune e incluyen enrojecimiento o dolor en el sitio de inyección, fiebre y fatiga.
El ensayo clínico “basket trial”, recién iniciado y aprobado por la FDA, permite que la vacuna se pruebe en pacientes con cualquier tipo de tumor sólido que cumplan ciertos criterios de inclusión, siguiendo los alentadores resultados observados en el tratamiento del melanoma. La primera paciente en recibir la vacuna bajo este nuevo ensayo es Catie King, quien fue diagnosticada con cáncer de ovario hace seis años y no ha experimentado efectos secundarios graves tras la administración de la vacuna.
Los fondos para realizar el ensayo clínico de fase 3, estimados en 100 millones de dólares, representan un desafío, especialmente para compañías más pequeñas y privadas como la que desarrolla la vacuna. El presidente de Orbis Health Solutions, Riley Polk, quien ha experimentado el impacto de la vacuna en su familia, argumenta que el nivel de recursos limita la capacidad de realizar ensayos adicionales. Polk y su equipo esperan llamar la atención de grandes farmacéuticas para generar alianzas y financiación que permitan llevar a cabo ensayos más exhaustivos.