El gobernador de Florida, Ron DeSantis, suspendió este domingo su campaña presidencial republicana en vísperas de las primarias de New Hampshire y dio su apoyo a Donald Trump, poniendo fin a una candidatura a la Casa Blanca que no cumplió las expectativas de que emergiera como un serio rival para el ex presidente.
En un video publicado en la red social X, DeSantis dijo que después de su segundo lugar la semana pasada en los caucus -asamblea de delegados electorales- del estado de Iowa no podía “pedir” a sus partidarios “que ofrezcan voluntariamente su tiempo y donen sus recursos” sin un “camino claro hacia la victoria”.
“En consecuencia, hoy suspendo mi campaña”, agregó.
“Para mí está claro que la mayoría de los votantes de las primarias republicanas quieren dar otra oportunidad a Donald Trump”, dijo de Santis, ante de afirmar que respaldaba al ex presidente en la carrera a la Casa Blanca.
“Trump es superior al actual titular, Joe Biden. Eso está claro. Firmé un compromiso de apoyo al candidato republicano y lo cumpliré”, dijo.
En declaraciones a Fox News, Trump dijo sentirse “muy honrado” de contar con el respaldo de DeSantis: “Estoy deseando trabajar junto a él para derrotar a Joe Biden, que es el peor y más corrupto presidente de la historia de nuestro país”, declaró el expresidente.
Con la retirada de DeSantis, la contienda interna del Partido Republicana es cosa de dos candidatos: Trump y la ex embajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley.
Trump “cuenta con mi apoyo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño, una forma reenvasada de corporativismo que Nikki Haley representa”, dijo DeSantis. “Los días de poner a los estadounidenses en último lugar, de doblegarse ante las grandes corporaciones, de ceder ante la ideología woke, han terminado”, concluyó.
Las primarias de New Hampshire, las primeras del país, se celebran el martes.
Expectativas frustradas
El ambicioso gobernador de Florida entró en la contienda presidencial de 2024 posicionándose como el candidato con más posibilidades de vencer a Trump, y las primeras encuestas de las primarias sugerían que DeSantis estaba en una posición fuerte para hacer precisamente eso.
Él y sus aliados juntaron fondos por más de 100 millones de dólares. DeSantis presumía además de un historial legislativo significativo en temas importantes para muchos conservadores, como el aborto y la enseñanza de cuestiones raciales y de género en las escuelas.
Tales ventajas no sobrevivieron a la realidad de la política presidencial en 2024. Desde un anuncio de alto perfil que estuvo plagado de fallos técnicos hasta constantes cambios en su equipo y estrategia de campaña, DeSantis luchó por encontrar su equilibrio en las primarias.
Perdió los caucus de Iowa -que había prometido ganar- por 30 puntos porcentuales frente a Trump.
Y ahora, el futuro político de DeSantis está en entredicho tras suspender su candidatura presidencial después de una sola votación. El gobernador de Florida, de 45 años, está en su segundo mandato y no puede postularse para un tercero.