Una innovadora terapia por ultrasonido podría ayudar a pacientes con Alzheimer y la adicción a las drogas

Este nuevo tratamiento se centra en la aplicación precisa de energía sonora para impactar áreas cerebrales específicas con el objetivo de reducir síntomas y mejorar la absorción de medicamentos

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Un ensayo clínico prometedor busca abrir una nueva frontera en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. (Shutterstock)
Un ensayo clínico prometedor busca abrir una nueva frontera en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. (Shutterstock)

En un avance médico significativo, el Instituto de Neurociencia Rockefeller en Morgantown, Virginia Occidental, está llevando a cabo un ensayo clínico con una innovadora terapia por ultrasonido enfocado, dirigido a tratar enfermedades como el Alzheimer y la adicción a las drogas. Pionero de este método, el Dr. Ali Rezai, neurocirujano, ha introducido esta técnica que podría cambiar la forma en que se aborda la neurodegeneración y la dependencia química.

El tratamiento utiliza un casco especializado que emite casi mil haces de energía de ultrasonido directamente a puntos precisos en el cerebro, del tamaño de la punta de un lápiz. En el caso del Alzheimer, el tratamiento busca reducir la acumulación de proteínas beta amiloides, conocidas como “placas cerebrales,” que se cree juegan un papel crucial en la enfermedad al interrumpir la comunicación entre las células cerebrales.

Para mejorar la efectividad de los medicamentos como el aducanumab, utilizados para disminuir estas placas, la terapia de ultrasonido se emplea para abrir temporalmente la barrera hematoencefálica, un obstáculo para la transmisión eficaz de fármacos al cerebro.

La terapia desarrollada en Virginia Occidental busca transformar la lucha contra enfermedades complejas, trascendiendo los métodos tradicionales. (Shutterstock)
La terapia desarrollada en Virginia Occidental busca transformar la lucha contra enfermedades complejas, trascendiendo los métodos tradicionales. (Shutterstock)

“No se trata de curas milagrosas,” apuntó Rezai en entrevista con CBS News. “Se trata de avanzar en la medicina con riesgos calculados y empujando las fronteras”. La seguridad es primordial, ya que una apertura excesiva de la barrera puede acarrear sangrado e inflamación cerebral. Los pacientes se someten al tratamiento una vez al mes durante un período de seis meses y, según los escáneres cerebrales, se ha observado una reducción significativa en las proteínas beta amiloides.

Paralelamente, el mismo Dr. Rezai y su equipo aplican la terapia de ultrasonido para abordar la adicción a las drogas, una enfermedad que afecta aproximadamente a 21 millones de estadounidenses. La técnica consiste en apuntar cientos de haces de ultrasonido hacia el centro de recompensa del cerebro, para modificar la respuesta inmediata a los antojos y la ansiedad. Este tratamiento sin invasión quirúrgica convencional representa una esperanza para quienes han sido tratados sin éxito mediante otros métodos.

Anteriormente, Rezai había explorado la implantación de dispositivos cerebrales similares a los utilizados en pacientes con la enfermedad de Parkinson para tratar la adicción. Gerod Buckhalter, el primer paciente en Estados Unidos en recibir esta cirugía de implante cerebral, testimonió un cambio inmediato en sus antojos tras la operación, proporcionándole una oportunidad real de recuperación. Aunque los resultados de los implantes han sido alentadores, la opción no invasiva del ultrasonido abre la puerta a una aplicabilidad más amplia.

Riguroso control y estudio detallado preceden el uso de la revolucionaria técnica de ultrasonido en pacientes, con miras a combatir el Alzheimer. (Shutterstock)
Riguroso control y estudio detallado preceden el uso de la revolucionaria técnica de ultrasonido en pacientes, con miras a combatir el Alzheimer. (Shutterstock)

El tratamiento por ultrasonido se está probando ahora en 45 pacientes más con adicción, y Rezai ya considera expandir su uso para tratar otros trastornos cerebrales, como el trastorno de estrés postraumático y la obesidad. La FDA ya otorgó su aprobación para continuar la investigación en esta área, lo que refuerza el potencial terapéutico del ultrasonido en neurociencia.

Una esperanza para el Alzheimer

Los estudios, documentados por el equipo del programa “60 Minutes” de CBS y reportados por Sharyn Alfonsi, revelan que ha habido una disminución significativa del 50% más de estas placas en comparación con otras áreas del cerebro que recibieron tratamiento convencional. El Dr. Rezai señaló que “esto es solo uno de los aspectos afectados por el Alzheimer” y que “hay muchos otros factores, pero estas placas de beta-amiloide se están convirtiendo en objeto de creciente interés en el desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos.”

La acumulación de placas de beta-amiloide se produce naturalmente con la edad, pero en individuos con Alzheimer esto ocurre a un ritmo más acelerado, llegando a impedir la comunicación entre las células cerebrales. El Dr. Rezai explicó que “la gente no puede orientarse, se pierde, no pueden pagar una cuenta o calcular una propina... problemas con la memoria y el pensamiento ocurren porque estos cúmulos de proteínas están bloqueando la conexión de las neuronas”.

Con la luz verde de la FDA, la terapia del Dr. Rezai promete abrir una nueva era en el tratamiento de enfermedades cerebrales diversas. (Europa Press)
Con la luz verde de la FDA, la terapia del Dr. Rezai promete abrir una nueva era en el tratamiento de enfermedades cerebrales diversas. (Europa Press)

A su vez, se ha informado de avances en las pruebas de detección temprana a través de exámenes de sangre que podrían ayudar a identificar a pacientes en riesgo de desarrollar Alzheimer mediante la detección de estas placas en una muestra sanguínea. El Dr. Rezai calificó esta prueba de sangre como “una herramienta de cribado importante y sencilla”, enfatizando que aunque se ha progresado bastante, este test actualmente solo se utiliza en personas con signos tempranos de Alzheimer y requiere más investigación.

Mirando hacia el futuro, el Dr. Rezai proyecta que “potencialmente habrá un momento en el que las personas podrán decir: ‘Quiero analizar mi sangre. Tengo antecedentes familiares de Alzheimer, así que quiero saber si tengo beta-amiloide en mi sangre’”. Subraya que “es poderoso para un individuo saber lo que podría suceder más adelante.”

Por otro lado, aunque aún no se conoce un método comprobado para prevenir la enfermedad de Alzheimer, el Dr. Rezai sugiere que los cambios positivos en el estilo de vida, como la dieta, el ejercicio y el sueño, pueden mejorar la salud cerebral en general y, posiblemente, reducir el riesgo de desarrollar esta patología. Resalta especialmente los beneficios de la dieta mediterránea, así como la importancia del sueño, la reducción del estrés y del alcohol, el hacer ejercicio aeróbico, controlar el azúcar en sangre, el manejo del peso, la obesidad, la diabetes y la hipertensión, ya que todos ellos contribuyen a la pérdida de memoria o dificultades con la misma a lo largo del tiempo.

El tratamiento busca reducir las proteínas beta amiloides y mejorar la eficacia de medicamentos contra el Alzheimer. (REUTERS/Brian Snyder)
El tratamiento busca reducir las proteínas beta amiloides y mejorar la eficacia de medicamentos contra el Alzheimer. (REUTERS/Brian Snyder)

Finalmente, enfatizó que “todos podemos hacer cosas simples. La dieta, el ejercicio, relacionarnos con familiares y amigos, asumir nuevos pasatiempos han mostrado recuperar significativamente el cerebro”. Sin lugar a dudas, estos avances proporcionan un haz de esperanza en la detección temprana y prevención del Alzheimer, un desafío continuo en el campo de la neurología y la salud pública global.

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