Un distrito escolar de Florida retira más de 1.600 libros para su revisión, incluidos diccionarios

En el Condado de Escambia, textos de referencia y obras literarias pasan por un exhaustivo proceso de inspección siguiendo recientes cambios legislativos

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Un distrito escolar en Florida enfrenta desafíos legales tras la revisión de más de 1.600 libros para asegurar su conformidad con las nuevas restricciones del estado sobre la descripción de contenido sexual en recursos educativos. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Un distrito escolar en Florida enfrenta desafíos legales tras la revisión de más de 1.600 libros para asegurar su conformidad con las nuevas restricciones del estado sobre la descripción de contenido sexual en recursos educativos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un distrito escolar de Florida ha emprendido la revisión de una larga lista de títulos de su acervo bibliotecario, entre ellos diccionarios y enciclopedias, para verificar su conformidad con la nueva legislación estatal que restringe la descripción de contenido sexual en materiales educativos. La medida involucra el retiro de más de 1.600 libros de las bibliotecas escolares del Condado de Escambia, para su posterior evaluación, un paso que ha despertado preocupaciones sobre las implicaciones en la libertad de expresión y el acceso a la información.

La ley en cuestión, conocida como Proyecto de Ley 1069 de la Cámara de Representantes de Florida, fue promulgada por el gobernador Ron DeSantis y entró en vigor el pasado mes de julio. La mencionada norma, que prohíbe específicamente la instrucción de temas relacionados con la salud reproductiva y orientación sexual desde el sexto hasta el duodécimo grado, ha llevado al distrito escolar a tomar medidas de precaución al retirar los ejemplares para su inspección.

Según NBC News, entre los materiales sujetos a revisión se encuentran cinco diccionarios, ocho enciclopedias, y libros con reconocido valor cultural y educativo como “El Libro Guinness de los Récords Mundiales” y el diario de Ana Frank. De igual manera, se encuentran bajo escrutinio las biografías de figuras públicas como Beyoncé y Oprah Winfrey, y la “Autobiografía de Malcolm X”. Cabe destacar que, hasta la fecha, no se ha emitido una prohibición total de los libros, sino que el proceso de revisión busca alinear los contenidos con las directrices estatales.

Retiro de diccionarios y literatura clásica en Florida cuestionado ante políticas que, con Ron DeSantis como gobernador, podrían restringir la oferta de material educativo. (REUTERS/Scott Morgan)
Retiro de diccionarios y literatura clásica en Florida cuestionado ante políticas que, con Ron DeSantis como gobernador, podrían restringir la oferta de material educativo. (REUTERS/Scott Morgan)

El caso ha atraído ya las miradas del ámbito legal. Un juez de Pensacola determinó que la demanda presentada por PEN America, la editorial Penguin Random House y varios autores, relacionada con libros ya prohibidos en el distrito escolar, puede seguir su curso. La acusación se fundamenta en que estas restricciones violan las protecciones de la libertad de expresión recogidas en la Primera Enmienda, si bien no procedió una reclamación bajo la Cláusula de Igualdad de Protección de la 14ª Enmienda.

Por su parte, Axios señala que las políticas emergentes del distrito escolar están generando un clima cauteloso entre los bibliotecarios, quienes se ven influenciados por criterios de revisión provenientes de organizaciones como Moms for Liberty. Ante un lenguaje legislativo que algunos consideran ambiguo, el temor a posibles repercusiones transgresoras de la ley incita a retirar a la espera de revisión títulos que podrían ser problemáticos, provocando así que estos permanezcan ausentes de las bibliotecas por periodos indefinidos.

Vanity Fair, por otro lado, recoge las reacciones ante la extracción de diccionarios y textos de literatura clásica como “Paradise Lost” y “East of Eden”, de acuerdo con las políticas impulsadas por DeSantis. La controversia ronda en torno al supuesto excesivo celo en la implementación de las nuevas normativas, las cuales, según críticos, resultan en acciones tan extremas como la remoción de material educativo básico y afectan negativamente las dinámicas habituales de enseñanza y aprendizaje.

El distrito escolar de Escambia y su cauteloso enfoque hacia la revisión de materiales bibliográficos reflejan el complicado equilibrio entre cumplir con la legislación y proteger los derechos de los estudiantes y docentes a la información y al aprendizaje sin censura. (AP Foto/Rick Bowmer, Archivo)
El distrito escolar de Escambia y su cauteloso enfoque hacia la revisión de materiales bibliográficos reflejan el complicado equilibrio entre cumplir con la legislación y proteger los derechos de los estudiantes y docentes a la información y al aprendizaje sin censura. (AP Foto/Rick Bowmer, Archivo)

La implementación de estas medidas se inscribe en un contexto más amplio donde las tensiones entre políticas educativas, derechos civiles y la labor docente convergen en un punto de fricción. Con esto, la situación en Florida se erige como un caso emblemático de la actual tensión entre el deseo de ciertos sectores por controlar la educación y la defensa del acceso libre a diversos tipos de contenidos como pilar de un sistema educativo plural y abierto.

Este ambiente suma ya una serie de consecuencias tanto para la instrucción académica como para la propia salud y bienestar estudiantil, legitimando la preocupación de profesionales del sector educativo acerca de los efectos a largo plazo de las regulaciones.

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