Una nueva herramienta de simulación virtual desarrollada por investigadores del Hospital de Niños de Filadelfia promete brindar una predicción confiable sobre la probabilidad de que los conductores jóvenes sufran choques vehiculares, antes incluso de que comiencen a conducir en la vida real.
El innovador sistema, resultado de un estudio publicado en la revista Pediatrics, se presenta como un simulador de conducción realista con el cual los adolescentes pueden enfrentarse a situaciones peligrosas típicas de las calles.
Este método, que ya se está probando en diferentes áreas de Estados Unidos, representa un gran avance para la prevención de accidentes, siendo estos la principal causa de muerte entre jóvenes, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de dicho país.
Los adolescentes se colocan frente a un escritorio equipado con un volante, un pedal de freno y otro de acelerador, todos conectados a una computadora con el software de evaluación. Aunque el entorno es virtual, la experiencia promete una gran dosis de realismo.
Durante 15 minutos, los participantes navegan en un simulacro de conducción por la ciudad, encontrándose con cruces peatonales concurridos, cruces ferroviarios y otros escenarios complicados que ponen a prueba sus reacciones y toma de decisiones.
El software incluye un sistema de seguimiento ocular que analiza hacia dónde miran los adolescentes mientras manejan por estas calles virtuales, ofreciendo información valiosa sobre su atención y reconocimiento de riesgos potenciales.
Peyton Leverich, una joven de 15 años, experimentó la evaluación en su iglesia y descubrió a través de la misma que tiende a exceder la velocidad en rectas y que debe prestar más atención a la velocidad y distancia de los vehículos que se aproximan al hacer giros a la izquierda.
En una etapa inicial del estudio, cerca de 17 mil jóvenes conductores en Ohio se sometieron a esta evaluación virtual. Los investigadores monitorearon los registros policiales de accidentes durante el año siguiente y descubrieron que aquellos que mostraron el mejor desempeño en la prueba tenían un 10% menos de probabilidad promedio de sufrir accidentes.
Por el contrario, quienes experimentaron problemas significativos en el test mostraron un 11% más de riesgos de verse involucrados en siniestros.
El estudio señala que los resultados obtenidos en las pruebas virtuales son un indicador fiable del riesgo real de accidentes en carretera. Este dato es relevante, dado que los conductores entre los 15 y 20 años representaron el 5% del total de conductores con licencia en Estados Unidos en 2021, pero estuvieron involucrados en el 8.4% de los accidentes fatales de tráfico.
Además de su uso en consultorios médicos, algunas escuelas y organizaciones religiosas están organizando eventos donde los adolescentes pueden realizar la evaluación. Frank Quinn, un joven de 16 años, que participó en uno de estos eventos escolares, aprendió sobre la importancia de mirar detrás de los objetos después de no ver a un coche que no respetó una señal de alto en la simulación.
La iniciativa no solo busca evaluar a los conductores jóvenes, sino también identificar qué intervenciones son más eficaces para mejorar las habilidades de conducción de los adolescentes. Para la primavera, los investigadores planean estudiar qué tipo de formación, ya sea práctica al volante o educación vial en línea, resulta más beneficioso.
Flaura Winston, coautora del estudio y una de las desarrolladoras del software, aspira a que esta evaluación se incorpore en las visitas médicas rutinarias de los adolescentes, equiparándola con la importancia de los exámenes de la vista, con el fin de abordar los siniestros vehiculares como el riesgo de salud que representan realmente para la población joven.