En un acto de valentía captado en video, tres oficiales de policía de Illinois se lanzaron a las gélidas aguas de una laguna y rompieron las ventanillas de un automóvil para rescatar a una joven familia, incluida su hija de dos años, que quedaron atrapados en el interior del vehículo sumergiéndose lentamente bajo la superficie. El incidente tuvo lugar en un estanque en Naperville, un suburbio de Chicago, confirmó el departamento de policía local.
Los testigos presenciales informaron que la familia no pudo salir por su cuenta del vehículo parcialmente sumergido cerca de la Biblioteca Pública de Naperville. Al recibir la llamada de emergencia cerca de la 13:00 del martes 9 de enero, los oficiales respondieron “sin aparente vacilación, a pesar de las temperaturas por debajo del punto de congelación” (menos cero grados Celsius), según indica el registro de la cámara corporal de uno de los oficiales en donde se oye la urgencia de sus voces al intentar abrir las puertas del vehículo.
La tensa situación se tornó crítica cuando se hizo evidente que las puertas no cederían, lo que llevó a los oficiales a tomar la decisión de romper las ventanas. “¡Rómpelo, rómpelo!”, se escucha decir a uno de ellos antes de que el vidrio se hiciera añicos y el agua inundara el interior.
Uno de los policías logró sacar a la niña pequeña, cuyo asiento de seguridad se encontraba sumergido en agua a la altura de la cintura, mientras sus colegas ayudaban a los padres a salir del vehículo. En palabras del comandante Michaus Williams de la Policía de Naperville, “fueron capaces de romper la ventana, abrir las puertas, sacar al niño y luego a los adultos”.
A pesar de su aparente calma durante el rescate, el terror de la situación fue palpable, sobre todo cuando la niña empezó a mostrar signos de pánico, una reacción natural suavizada por las palabras tranquilizadoras de su padre: “¡Estás bien, cariño!”, mientras un oficial la llevaba rápidamente a tierra firme.
La familia fue atendida médicamente por hipotermia, al igual que uno de los rescatistas, que sufrió cortes menores y exposición al frío. Una investigación preliminar sugiere que el incidente fue un accidente ocasionado tras una confusión del conductor del automóvil, quien apretó el pedal del acelerador, en lugar del freno.
Robert Gross, un testigo del dramático rescate, alabó la rápida acción de los oficiales: “Esos oficiales fueron héroes... no se detuvieron a pensar, simplemente corrieron hacia esa agua fría”. Según la policía, nadie involucrado en el accidente sufrió lesiones que requiriesen atención médica.
Este incidente ocurre apenas una semana después de que policías y bomberos en Florida formaran una cadena humana para rescatar un coche lleno de regalos que se había estrellado en una zanja llena de agua. Los socorristas volvieron en busca de los obsequios navideños después de haber salvado a una madre y sus tres hijos del naufragio.
Este suceso es un recordatorio de la constante disposición de los servicios de emergencia para responder a situaciones críticas con rapidez y valentía, reafirmando su compromiso con la seguridad y el bienestar de la comunidad.