Nikki Haley y Ron DeSantis se llamaron mentirosos mutuamente e insultaron el carácter y el historial del otro durante los primeros minutos del debate presidencial republicano de este miércoles, poniendo de relieve lo mucho que está en juego para cada uno de ellos cuando falta menos de una semana para las asambleas partidistas de Iowa.
“No necesitamos a otro político de lenguaje evasivo que simplemente les diga lo que ella cree que ustedes quieren oír sólo para tratar de obtener su voto y luego llegar al cargo y hacer lo que le piden sus donantes”, dijo DeSantis en uno de sus primeros ataques.
“Está enojado porque su campaña se viene abajo”, manifestó Haley en su respuesta.
La ex embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas pidió a los espectadores que visitaran una página web creada por su campaña, en la que hay una crónica de lo que dijo eran las mentiras de DeSantis. Por su parte, el gobernador de Florida trató de que la audiencia visite su propio sitio web, en el que dijo que recolectó “todos los grandes éxitos” de las declaraciones falsas de Haley.
De pie en sus respectivos estrados y a menos de un metro de distancia, DeSantis y Haley buscaban destacarse en el debate en Iowa sin la compañía de sus rivales menos populares, para intentar levantar sus respectivas campañas a pocos días de las asambleas del lunes. Un buen desempeño allí podría darles un ímpetu muy necesario en su intento por convertirse en la alternativa principal a Donald Trump dentro del Partido Republicano.
El ex presidente y puntero en las preferencias entre los republicanos se ausentó en el debate de CNN en Des Moines para aparecer en un foro público de Fox News en esta misma ciudad.
Ni Haley ni DeSantis respondieron directamente a una pregunta sobre si Trump “tiene el carácter para ser presidente”.
“Su forma de hacer las cosas no es la mía”, dijo Haley. “No busco venganza. No tengo vendettas. No me tomo las cosas personalmente”.
DeSantis dijo que Trump no cumplió con sus promesas de construir un muro fronterizo y obligar a México a pagarlo, hacer que Hillary Clinton fuese enjuiciada, “limpiar el pantano” de Washington ni eliminar la deuda nacional.
“Necesitamos cumplir y hacer que estas cosas se resuelvan”, declaró DeSantis.
Horas antes de que Haley y DeSantis subieran al escenario, el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie anunció que dejaría la contienda, una noticia con fuertes implicaciones.
Christie, por mucho el crítico más agresivo de Trump entre los aspirantes a la nominación republicana, había enfrentado intensa presión para que dé un paso al costado de forma que los opositores al ex mandatario pudieran presentar un frente unido tras un solo candidato y mejorar las posibilidades de descarrilar al ex presidente.
Christie, junto con el emprendedor en biotecnología Vivek Ramaswamy, no clasificaron para el debate del miércoles después de aparecer en eventos anteriores.
Trump declaró que no está “particularmente preocupado” sobre la salida de Christie. Dijo que estaba de acuerdo con los comentarios de Christie que captaron los micrófonos encendidos antes de que él anunciara su retiro, en los que dijo que Haley “iba a ser vapuleada” y “no estaba a la altura”.
(AP)