El ex diplomático estadounidense arrestado por espiar para el régimen cubano aceptó su detención antes del juicio

Manuel Rocha, de 73 años, se encuentra bajo custodia federal y decidió no impugnar su situación, lo que podría indicar una estrategia legal de colaborar con las autoridades y buscar una posible negociación más adelante

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Víctor Manuel Rocha, quien sirvió
Víctor Manuel Rocha, quien sirvió como embajador de Estados Unidos en Bolivia de 2000 a 2002, aparece durante una entrevista con un empleado encubierto del FBI en Miami, Florida. Tribunal de Distrito de EE. UU./Distrito Sur de Florida/Folleto vía REUTERS

Víctor Manuel Rocha, ex diplomático estadounidense de 73 años, arrestado a principios de diciembre bajo la acusación de haber actuado como agente secreto para la dictadura de Cuba, ha optado por no impugnar su detención antes del juicio. Rocha, quien fue encausado por un jurado de instrucción el 5 de diciembre, también solicitó que la audiencia de detención y la lectura de cargos se pospusieran hasta el 16 de febrero, un intervalo inusualmente largo que sugiere la posibilidad de negociaciones con los fiscales.

La abogada defensora de Rocha, Jacqueline Arango, presentó una moción el viernes pasado para retrasar la audiencia, indicando que “el gobierno no se opone” a la petición. Se espera que el juez Edwin Torres apruebe la moción, la cual incluye una disposición que permitiría a Rocha volver a abordar el tema de su detención en el futuro.

Rocha, un hombre de Miami, se enfrenta a cargos serios relacionados con su presunta actividad como agente cubano. Los fiscales, preocupados por el riesgo de fuga, buscan encarcelarlo mientras espera el juicio. La decisión de Rocha de no impugnar su detención podría indicar una estrategia legal para colaborar con las autoridades y buscar una posible negociación en los próximos meses.

La fecha de la próxima audiencia y la posible declaración de culpabilidad en el tribunal federal de Miami, junto con la reciente solicitud de Rocha para retrasar el proceso, apuntan a la posibilidad de un acuerdo entre la defensa y los fiscales. Sin embargo, hasta que se presente oficialmente, el contenido exacto del acuerdo, si es que existe, permanece en la esfera de la especulación.

Karla Wittkop Rocha (i), esposa
Karla Wittkop Rocha (i), esposa del ex diplomático estadounidense que sirvió como embajador de Estados Unidos en Bolivia, Manuel Rocha, y Jacqueline Arango, abogada de Manuel, salen del edificio de Justicia Federal James Lawrence King donde se supone que comparecerá su esposo en Miami, Florida. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

Jacqueline Arango, ex fiscal federal y actual defensora de Rocha, no ha respondido a las preguntas sobre la estrategia de su cliente y los posibles términos de un acuerdo potencial. La decisión de Rocha de aceptar la detención podría ser parte de una táctica legal más amplia mientras se desarrolla el caso, y el tiempo dirá si se revelarán detalles adicionales durante el proceso judicial.

El caso de Víctor Manuel Rocha ha atraído la atención debido a la naturaleza inusual de las acusaciones y su carrera como diplomático estadounidense. La colaboración presunta con Cuba y las implicaciones de seguridad nacional han elevado la importancia del caso, generando interrogantes sobre el posible alcance de la red de espionaje en la que Rocha podría haber participado.

A medida que el proceso judicial continúa, se espera que más detalles salgan a la luz, proporcionando una comprensión más clara de las circunstancias que rodean la detención de Rocha y la naturaleza exacta de las acusaciones en su contra.

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