El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, advirtió hoy de que la guerra en la Franja de Gaza podría extenderse “fácilmente” en Oriente Medio y pidió centrar los esfuerzos en procurar que el conflicto “no se expanda” ya que se trata de “una cuestión de preocupación mundial”.
“Este es un conflicto que fácilmente podría metastatizarse, causando aún más inseguridad y sufrimiento. Desde el primer día, nos hemos concentrado intensamente en trabajar para evitar que el conflicto se propague”, dijo Blinken en rueda de prensa desde Doha, en el marco de una nueva gira por Oriente Medio.
Tras tres meses del inicio de la guerra en Gaza, el 7 de octubre, el estadounidense aseveró que “este es un momento de profunda tensión en la región”, precisamente la preocupación que le ha motivado a realizar su cuarta visita a Oriente Medio desde el estallido del conflicto.
En este sentido, indicó que Catar y EEUU comparten el compromiso de utilizar su “influencia, relaciones y vínculos” con diferentes partes “para evitar una escalada y disuadir nuevos frentes” de guerra, puesto que “no es solo una cuestión regional, sino una cuestión de preocupación mundial”.
Blinken, que obvió el intercambio de fuego entre Israel y el grupo terrorista Hezbollah y los ataques de las milicias proiraníes iraquíes contra posiciones estadounidenses en Irak y en Siria, centró su discurso contra los rebeldes hutíes del Yemen y sus ataques contra buques mercantes en el mar Rojo.
El estadounidense alegó que estos ataques están “afectando directamente a los ciudadanos, a la carga y a los intereses comerciales de más de 40 países”, mientras que aseguró que provocaron la interrupción o el desvío de casi el 20 % del transporte marítimo mundial.
Asimismo, denunció que más de una decena de navieras se han visto obligadas a desviar “miles de buques” a través del Cabo de Buena Esperanza, pese a que eso representa demoras y aumenta los costes del transporte.
“Estos ataques de los hutíes están perjudicando a personas de todo el mundo, sobre todo a los pobres y a las poblaciones vulnerables, incluido en el Yemen y Gaza”, aseguró Blinken, que defendió así la alianza naval internacional liderada por Estados Unidos en el mar Rojo para hacer frente a estas acciones.
“Continuaremos defendiendo la seguridad marítima en la región como parte de nuestro esfuerzo general para disuadir y prevenir”, sentenció el estadounidense.
Por su parte, el ministro de Exteriores catarí, Mohamed bin Abderrahman, condenó los ataques de los hutíes, que calificó de “inaceptables” y recordó que desde el inicio de la guerra en Gaza ha advertido de una posible propagación del conflicto, por lo que instó a “trabajar juntos” para impedirlo.
El sábado, el Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) informó que el USS Laboon, un destructor de clase Arleigh Burke, había derribado otro avión no tripulado sobre el mar Rojo, proveniente desde Yemen. En un comunicado, el Pentágono precisó que el drone había sido “lanzado desde zonas controladas por los hutíes, apoyados por Irán, en Yemen” y fue “derribado en defensa propia” ya que la amenaza se encontraba “en las proximidades de varios buques comerciales”.
Esta acción se enmarca en el plan de acción impulsado por Estados Unidos, junto a otras 12 naciones, que implicó la movilización de un grupo de ataque de portaaviones a la región y otros medios, para garantizar la navegación segura de los buques comerciales, que se vieron obligados a interrumpir sus viajes o alterar sus rutas ante las amenazas de los rebeldes.
(Con información de EFE)