El condado texano de Brazoria County se encuentra en el centro de una intensa controversia por los planes de Charles River Laboratories, una firma de investigación biomédica valorada en 12 mil millones de dólares, que busca albergar a 43,200 monos en un predio de 202 hectáreas ubicado al sur de Houston, Texas.
La firma Charles River Laboratories ya gestiona desde 2022 cerca de 19,000 monos en varias instalaciones en Estados Unidos y esta nueva expansión ha sido vista como un riesgo para la comunidad y el medio ambiente. La disputa ha llevado a que la empresa detenga temporalmente el proyecto en Texas, mientras residentes y funcionarios locales expresan su inquietud por temas como el ruido, la devaluación de las propiedades y la posible transmisión de enfermedades.
La oposición organizada incluye a residentes, la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) y funcionarios electos que cuestionan la conveniencia del proyecto debido a su proximidad a terrenos protegidos por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos y otras organizaciones de conservación como The Nature Conservancy, así como por preocupaciones medioambientales y sanitarias.
En septiembre de 2023, la comunidad fue alertada del ambicioso plan después de que Charles River Laboratories adquirió discretamente el terreno a través de una LLC (sociedad de responsabilidad limitada) en Delaware, lo que suscitó indignación por parte de los pobladores que se sintieron sorprendidos por el anuncio.
Las preocupaciones de los residentes se centran también en la amenaza que podría representar para el valor de las propiedades, que en diciembre del año pasado, registraron un precio medio de 326,000 dólares, así como en el potencial riesgo de enfermedades que puedan transmitir los primates.
Las repercusiones han llevado a la Corte de Comisionados de Brazoria County a recomendar por unanimidad que las autoridades estatales y federales nieguen los permisos para la construcción de la instalación.
En medio de la alta demanda global de monos para la investigación, con una escasez agravada por la prohibición de exportación por parte de China durante la pandemia, Charles River Laboratories enfrenta un escrutinio regulatorio continuo. Los primates son una parte integrante de la investigación biomédica, pues han desempeñado una rol crucial en la comprensión de enfermedades, el desarrollo de medicamentos e incluso el ensayo de vacunas contra el COVID-19.
A pesar de ello, la Jefa de Operaciones Birgit Girshick ha propuesto una alternativa más modesta para una instalación de cuarentena que albergaría hasta 8,600 macacos de cola larga. Girshick reconoció la falla de la empresa en involucrar adecuadamente a la comunidad antes de dar a conocer los planes, declarando que “por el momento nuestros planes están en pausa. No hicimos nuestro trabajo”, dijo al ser consultada por The Wall Street Journal.