De acuerdo con información de Orlando Sentinel, en una decisión que ha generado controversia y preocupación en el ámbito educativo y cultural, el condado de Orange, Florida, ha retirado 673 obras literarias de sus aulas escolares. Esta acción es consecuencia de la implementación de la ley HB 1467, firmada por el gobernador republicano Ron DeSantis en marzo de 2022. La ley busca limitar el acceso a libros con referencias sexuales o contenido LGBTIQ+ en las escuelas, una medida que ha sido interpretada por muchos como un acto de censura.
Entre las obras afectadas se encuentran libros de reconocidos autores hispanohablantes. Isabel Allende, escritora chilena conocida por sus novelas que entrelazan elementos de realismo mágico y narrativa histórica, con obras como “Más allá del invierno”, y Gabriel García Márquez, escritor colombiano y ganador del Premio Nobel de Literatura, conocido por ser uno de los exponentes más destacados del realismo mágico con obras como “Crónica de una muerte anunciada” y “El amor en los tiempos del cólera”, figuran en la lista de textos excluidos. Estos libros, según la ley, no serían apropiados para el entorno escolar debido a su contenido. La decisión ha sido criticada por limitar la diversidad cultural y restringir la libertad de expresión en la educación.
Univision, en su cobertura del tema, señala que la medida no solo afecta a Allende y García Márquez, sino también a otros autores de la literatura hispanohablante, como Laura Esquivel con su obra “Como agua para chocolate”. Esta legislación, considerada polémica, restringe los materiales en las escuelas que contienen representaciones de conducta sexual. El impacto de esta decisión se extiende a un distrito escolar con una población estudiantil significativamente hispana, lo que resalta la influencia de la legislación en la diversidad cultural.
El distrito escolar del condado de Orange, uno de los más grandes de Estados Unidos, ha instruido a los maestros para que retiren los libros listados de las aulas. Sin embargo, según informa Univision, el personal del distrito escolar, se llevará a cabo una revisión adicional de los libros vetados, lo que podría permitir que algunos de ellos regresen a las aulas en el futuro.
Según Orlando Sentinel, esta situación en Florida es reflejo de una tendencia creciente en Estados Unidos, donde la censura de ciertos libros en las escuelas se ha convertido en un tema de debate nacional. La inclusión de obras de autores hispanohablantes en la lista de libros vetados subraya la preocupación sobre el alcance de la legislación en la educación y su impacto en la exposición a diferentes perspectivas culturales y sociales.
Por otro lado, Univision destaca que la normativa limita los materiales disponibles en las escuelas que “contienen pornografía o representaciones obscenas de conducta sexual”. Esta definición, amplia y sujeta a interpretación, ha llevado a la exclusión de una variedad de obras literarias, desde clásicos conocidos hasta novelas contemporáneas populares.
La retirada de estas obras literarias en el condado de Orange plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la protección de los jóvenes y la restricción de su acceso a una educación literaria diversa y enriquecedora. Mientras el debate continúa, la comunidad educativa y literaria observa atentamente las implicaciones de estas decisiones en el futuro de la educación y la cultura en Florida y más allá.
La situación en Florida no es un caso aislado en Estados Unidos. En los últimos años, varios estados han experimentado debates similares sobre la censura de libros en las escuelas. Por ejemplo, en Texas, se ha observado una tendencia creciente hacia la restricción de libros que abordan temas de raza, sexualidad y género.
Según un informe de la American Library Association, el año pasado se registró un número récord de intentos de censura en bibliotecas escolares y públicas en todo el país.
Estos esfuerzos a menudo se centran en libros que tratan temas de diversidad racial y de género, reflejando un debate nacional más amplio sobre la educación y los valores culturales en las escuelas.
Este fenómeno no se limita a Florida y Texas; otros estados como Virginia y Missouri también han visto movimientos para restringir el acceso a ciertos libros en las escuelas. Estas acciones han generado un diálogo nacional sobre la libertad de expresión, la educación y el papel de las bibliotecas y las escuelas en la promoción de una sociedad informada y diversa.