El panorama de la exploración espacial para el 2024 anticipa una serie de misiones cruciales, como la continuación del plan Artemis de la NASA y la iniciativa de Servicios comerciales de carga útil lunar, enfocadas en la Luna. Destacan también la Misión de Exploración de las Lunas Marcianas prevista para septiembre, así como la Europa Clipper y la Hera en octubre, y las misiones Artemis II y VIPER hacia la Luna en noviembre, siempre que los preparativos sigan su curso proyectado.
El 2023 fue un año significativo para la exploración cósmica, con hitos como el retorno de la muestra del asteroide por parte de la misión OSIRIS-REx de la NASA y la exploración del polo sur lunar por la misión Chandrayaan-3 de India. Estos logros han sentado las bases para los emocionantes lanzamientos que se esperan llevar a cabo en la segunda mitad del próximo año, marcando así una nueva época de descubrimientos y estudios científicos fuera de nuestro planeta.
Con las miradas puestas en estos proyectos, los expertos y entusiastas de la astronomía se preparan para ser testigos de lo que podría ser otra serie de momentos históricos para la humanidad y la ciencia planetaria. El interés global en estos eventos es palpable, y se espera que generen una amplia cobertura mediática y discusiones en la comunidad científica. Entre ellos destaca:
Artemis II
La NASA tiene previsto lanzar Artemis II, la primera misión tripulada de su ambicioso programa de exploración lunar Artemis, que busca llevar humanos de regreso a la Luna. Este hito histórico, que podría tener lugar en noviembre de 2024 aunque con posibilidades de ser retrasado hasta 2025, pretende llevar a cuatro astronautas en una misión de 10 días que orbitará nuestro satélite antes de regresar a la Tierra.
Artemis II, marcando otro importante hito, espera enviar a la primera mujer y la primera persona de color a la Luna, dando continuidad a la misión Artemis I, la cual puso en órbita lunar una cápsula no tripulada a finales del 2022. La ejecución de Artemis II depende esencialmente de la disponibilidad y preparación del equipo necesario, incluyendo trajes espaciales y equipamiento de oxígeno.
La planificación de Artemis II contempla no solo continuar lo logrado por Artemis I, sino también preparar el camino para Artemis III y sucesivas misiones, que eventualmente podrían concluir con la presencia humana en Marte. A la fecha, los detalles sobre la tripulación o los sistemas específicos a emplear no se han dado a conocer de manera completa, evidenciando la magnitud del trabajo de la agencia espacial por garantizar tanto la seguridad de los astronautas como el éxito de la misión.
Europa Clipper
La NASA prepara el lanzamiento de la misión Europa Clipper para investigar la Luna Europa de Júpiter, programada para iniciar su viaje el 10 de octubre de 2024. La nave espacial despegará a bordo de un cohete SpaceX Falcon Heavy y está previsto que arribe al sistema joviano en 2030. Este proyecto tiene como objetivo principal determinar si el océano de agua salada que se presume existe bajo la capa de hielo de Europa podría ser un hábitat adecuado para la vida extraterrestre.
Europa es uno de los satélites naturales más grandes de Júpiter y su tamaño es ligeramente inferior al de la Luna de la Tierra. La misión Europa Clipper ejecutará cerca de 50 sobrevuelos para estudiar detalladamente su capa de hielo, la geología de su superficie y el océano que se cree se encuentra debajo de esta. Además, se buscará evidencia de géiseres activos que podrían estar expulsando agua desde el interior de la luna. La ventana de lanzamiento para esta misión durará 21 días, lo que ofrece flexibilidad para elegir el momento óptimo para emprender la histórica travesía.
Científicos de todo el mundo esperan con gran interés los hallazgos que pueda revelar esta exploración, ya que se estima que el volumen de agua en el supuesto océano subterráneo de Europa supera en más de dos veces a la suma de todos los océanos terrestres, según información de la NASA citada por CBS News.
El robot VIPER
La NASA retrasó hasta noviembre de 2024 el lanzamiento del robot VIPER, cuya misión es explorar el polo sur de la Luna en busca de compuestos volátiles como agua y dióxido de carbono. La misión inicialmente estaba programada para 2023 pero se postergó para realizar más pruebas en el sistema de aterrizaje, desarrollado por Astrobotic, una empresa privada en el marco del programa Commercial Lunar Payload Services.
El VIPER, acrónimo de Volatile Investigating Polar Exploration Rover, operará durante una misión de 100 días en condiciones extremas, que van desde el calor intenso del día lunar, con temperaturas de hasta 107 grados Celsius, hasta las frías regiones en sombra del satélite, donde el termómetro puede descender a un inusitado -240 grados Celsius. El explorador, del tamaño de un carrito de golf, funcionará con baterías, tubos de calor y radiadores para sortear los desafíos térmicos del entorno lunar.
Lunar Trailblazer y PRIME-1
La NASA se prepara para el lanzamiento de dos misiones bajo su programa SIMPLEx: Lunar Trailblazer y PRIME-1, las cuales buscan maximizar la exploración lunar a bajo costo. Lunar Trailblazer, previsto para estar listo a principios de 2024, orbitará la luna para medir su temperatura y mapear la presencia de moléculas de agua. PRIME-1, cuyo lanzamiento está programado para mediados del mismo año, realizará una perforación en la superficie lunar como ensayo para un tipo de taladro similar al que utilizará la misión VIPER.
Ambas misiones apuntan a un mayor entendimiento de la dinámica del agua en la luna, aunque Lunar Trailblazer lo hará desde la órbita y PRIME-1 mediante la perforación directa en el terreno. Este último aspecto es indispensable para preparar el camino de futuras misiones, incluida la robotizada VIPER, que tiene el objetivo de aterrizar en el polo sur lunar y estudiar el suelo en profundidad. Los retrasos en misiones anteriores del servicio Commercial Lunar Payload Services podrían influir en las fechas de despegue de estas misiones.
Los retrasos mencionados involucran una misión previa con el mismo socio de aterrizaje, pospuesta para febrero de 2024 como muy pronto. Tal aplazamiento generaría un efecto dominó que podría modificar el calendario de PRIME-1 y, en consecuencia, el de Lunar Trailblazer.
MMX de la JAXA
La Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa (JAXA) lanzará la misión de exploración de las lunas de Marte, MMX, en septiembre de 2024. La misión tiene como objetivo principal esclarecer el origen de los satélites marcianos Phobos y Deimos, que siguen siendo un misterio para la ciencia. La nave robótica MMX pasará tres años realizando operaciones científicas en la órbita de Marte y aterrizará en Phobos para recoger muestras que serán posteriormente enviadas de vuelta a la Tierra.
El interés científico en las lunas marcianas radica en la incógnita de su procedencia, ya que no se sabe con certeza si Phobos y Deimos son asteroides capturados por la gravedad de Marte o si se formaron a partir de escombros ya presentes en la órbita del planeta rojo. La misión MMX buscará recabar evidencia que permita desentrañar este interrogante, llevando a cabo observaciones detalladas de ambos cuerpos celestes y analizando las muestras que se recolectarán del suelo de Phobos.
Misión Hera de la ESA
La Agencia Espacial Europea (ESA) confirmó por su parte el lanzamiento de la misión Hera para octubre de 2024, destinada a inspeccionar el sistema de asteroides Didymos-Dimorphos. Este sistema fue donde la misión DART de la NASA realizó una maniobra de defensa planetaria en 2022. Hera llegará a su destino a finales de 2026 para examinar las propiedades físicas de los asteroides tras el histórico impacto de DART que modificó la órbita de Dimorphos.
El precedente de Hera, la misión DART, implementó la técnica de impacto cinético, que consiste en colisionar un objeto a gran velocidad contra un asteroide para alterar su trayectoria. Esto se considera un ensayo crucial para salvaguardar la Tierra frente a posibles futuros riesgos de colisión con objetos peligrosos en el espacio. La misión Hera evaluará los resultados de la colisión, enfocándose en cómo el impacto cambió la órbita de Dimorphos y estudiará los mecanismos para potenciar la defensa planetaria en el futuro.
Tras confirmarse la modificación orbital de Dimorphos, los científicos de la ESA planean con Hera obtener datos detallados sobre la composición y la estructura interna del asteroide. Mediante el uso de instrumentos de alta tecnología a bordo de Hera, se espera que este estudio contribuya a una comprensión más profunda de estas entidades espaciales y cómo interaccionan tras un suceso de impacto cinético.