El financiero estadounidense y delincuente sexual convicto, Jeffrey Epstein, continuó cometiendo abusos contra mujeres incluso después de su condena en 2008 valiéndose de sus contactos con personalidades influyentes, según reveló recientemente una investigación de The Wall Street Journal (WSJ). Los documentos examinados por el diario demuestran que Epstein abusó de jóvenes mujeres y mantuvo encuentros con personas poderosas hasta su segunda y definitiva detención en 2019, donde murió mientras esperaba el juicio por cargos federales de tráfico sexual.
La investigación reveló interacciones de Epstein con mujeres jóvenes a través de un análisis de documentos que incluyen sus calendarios diarios y correos electrónicos privados. Entre los documentos se destacan cientos de entradas con modelos rusas y europeas que fueron explotadas sexualmente por Epstein durante reuniones con personas poderosas y acaudaladas.
Varias de estas mujeres proporcionaron testimonios de cómo las conexiones de Epstein con figuras como Bill Gates —quien posteriormente expresó su arrepentimiento por relacionarse con el financiero— fueron usadas para engañarlas con ofertas como apariciones en películas de Woody Allen, hasta empleos en la Organización de las Naciones Unidas o la Fundación Gates. La mayoría de las víctimas fueron atraídas y explotadas sexualmente por el propio Epstein, aunque algunas fueron entregadas a otros hombres, publicó el WSJ.
Modelos europeas
Las revelaciones recientes indican que alrededor de 45 modelos de Europa del Este y Rusia han sido identificadas como víctimas de explotación sexual por parte de Jeffrey Epstein tras 2008, todas mayores de 18 años en ese momento. Entre los testimonios se destaca el de una modelo polaca que pasó ocho meses con Epstein en 2014 y fue seducida con promesas de crecimiento profesional. Sus nombres figuraban en los calendarios privados de Epstein, donde su asistente ejecutiva, Lesley Groff, programaba citas con jóvenes, a menudo sólo referidas por sus nombres y números telefónicos.
La modelo polaca conoció a Epstein a través de un intermediario y fue llevada a conferencias académicas y a su isla privada, donde era fotografiada con personalidades como Allen y el ex primer ministro israelí Ehud Barak. Epstein la sometió a abusos sexuales, incitándola a ver pornografía, tomar cursos de masajes en lugar de clases de canto y a casarse para obtener una tarjeta de residencia. Finalmente, le propuso convertirse en amante de uno de sus amigos a cambio de millones de dólares, oferta que ella rechazó al darse cuenta de la trampa.
Los abogados Brad Edwards y Brittany Henderson, que representan a la modelo polaca y a más de 150 acusadoras de Epstein, indicaron que sin las “conexiones legítimas con tantas personas de gran poder”, Epstein no habría podido traficar a la mayoría de estas mujeres después de 2008.
Las víctimas presentaron demandas contra el patrimonio de Epstein y las instituciones financieras que le proporcionaron servicios bancarios, resaltando que la mayoría sufrieron abuso y explotación sexual a manos del propio Epstein. Esto, respaldadas por la ley federal sobre tráfico sexual de adultos en Estados Unidos, que implica el uso de fuerza, fraude o coerción para compeler a la realización de actos sexuales a cambio de dinero o favores, y dicha coerción también puede ser psicológica.
Más allá del 2008
Jeffrey Epstein organizó decenas de reuniones y viajes con jóvenes mujeres, muchas de ellas sólo identificadas por sus nombres de pila, según se revela en sus agendas del año 2015. Estas citas, que incluían masajes con actividad sexual, se realizaron en su residencia de Nueva York y coincidían con reuniones planeadas del delincuente sexual connotado con empresarios, celebridades y otras personalidades. Las mujeres afirmaron que no todas las interacciones con Epstein quedaron registradas en las agendas, ya que algunas eran convocadas personalmente vía mensajes de texto o invitaciones no documentadas.
Según entrevistas realizadas a más de media docena de mujeres, que en su mayoría no se conocían entre sí, se describieron patrones similares de explotación sexual: intermediarios, incluyendo modelos femeninas, promocionaban a Epstein como un filántropo acaudalado que apoyaba a modelos en apuros económicos, ofreciéndoles dinero y oportunidades profesionales antes de coaccionarlas para realizar actos sexuales.
Algunas víctimas narraron cómo Epstein ofrecía masajes eróticos para luego masturbarse y presionarlas a mantener relaciones sexuales, a veces con juguetes sexuales y la participación de otras mujeres explotadas por él. Varias afirmaron haber sido agredidas sexualmente por Epstein, quien posteriormente minimizaba su malestar con comentarios burlones.
A pesar de los testimonios, Jeffrey Epstein no fue acusado por sus actos después del año 2008. Su detención e imputación en el año 2019 se enfocaron en abusos y explotación perpetrados principalmente entre 2002 y 2005 en Palm Beach, Florida, y Nueva York. La fiscalía le acusó de atraer a menores de edad a participar en actos sexuales a cambio de dinero y de pagar a algunas víctimas para que reclutaran a otras menores para actos similares.
Aunque la mayoría de las acusadoras post-2008 eran adultas, los abogados sostienen que la conducta de Epstein constituía un tráfico sexual criminal al coaccionar y engañar a las mujeres para actos sexuales comerciales.
Las mujeres relataron haber comprendido tras algunos meses que estaban siendo explotadas, alejándose de Epstein a pesar del miedo a las repercusiones. Otras indicaron que la explotación sexual se prolongó por años, y que aún enfrentan dificultades para reconciliarse con lo sucedido. La mayoría sienten una intensa vergüenza y temen la exposición pública de su relación con Epstein.
Algunas han logrado desarrollar carreras exitosas o formar familias, pero muchas aún lidian con el trauma, a menudo sin revelar sus experiencias a padres o cónyuges. “Es parte de la vida después de Jeffrey Epstein”, expresó una modelo ucraniana, animándose a contar su historia con la esperanza de ayudar a otras, enfatizando que las mujeres “no deberían sufrir solas”.
La caída
El fallecido financiero Jeffrey Epstein continuó concertando citas con jóvenes aspirantes a modelos según registros que evidenciaron más de 60 encuentros en el año 2015. En la detallada investigación, se descubrió también que múltiples mujeres optaron por no denunciar a Epstein por temor a la deportación o a repercusiones en sus carreras profesionales, subrayando la influencia del financiero. En 2019, tras informes de abuso de decenas de mujeres y interrogantes sobre un acuerdo judicial previo en 2008, Epstein fue finalmente acusado e imputado por delitos de tráfico sexual de menores.
En agosto de ese año, se reportó su muerte por suicidio en prisión. Los abogados Edwards y Henderson presentaron demandas colectivas acusando a JPMorgan y Deutsche Bank de habilitar el tráfico sexual al proporcionar servicios bancarios a Epstein.
Las entidades bancarias mencionadas, JPMorgan y Deutsche Bank, han llegado a acuerdos para indemnizar a las afectadas, con cantidades acordadas de 290 millones de dólares y 75 millones de dólares respectivamente. Estos pagos forman parte de un proceso en el que las más de 200 acusadoras deben aportar pruebas como correos electrónicos y fotografías para corroborar sus historias.
No todas las mujeres involucradas en los registros y que hablaron con el periódico forman parte de las demandas. Se sabe que otras víctimas no han solicitado compensación por miedo a ser expuestas. La modelo polaca que tuvo contacto con Epstein, ahora casada y trabajando en un importante firma de servicios financieros, asegura que mantiene una persistente lucha por superar el trauma sufrido: “Él abusó de mí durante tanto tiempo que no entiendo cómo dejé que esto sucediera. Nunca voy a deshacerme de esos pensamientos”.