Estados Unidos informó del derribo de 14 drones lanzados por los hutíes rebeldes de Yemen sobre el mar Rojo este sábado. Según precisó el Comando Central fue el buque destructor Arliegh Burke USS Carney el que logró neutralizar esta ola de sistemas aéreos no tripulados.
Gracias a que “los socios regionales (de EEUU) en el mar Rojo fueron alertados de la amenaza” no se registraron víctimas ni daños al resto de las embarcaciones, agregó el Comando.
Junto con este, más temprano el ministro de Defensa del Reino Unido, Grant Shapps, confirmó que un destructor de su bandera había derribado otro presunto dron de ataque en estas aguas.
“Durante la noche, el HMS Diamond derribó un presunto avión no tripulado de ataque que tenía como objetivo la navegación mercante en el mar Rojo. Se disparó un misil Sea Viper que destruyó con éxito el objetivo”, señaló Shapps en un comunicado.
Desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamas, los hutíes lanzan prácticamente a diario misiles contra el sur del Estado judío así como contra naves que transiten por el mar, que tengan algún tipo de vínculo con Tel Aviv. Se trata de un “continuo esfuerzo para impedir que todos los buques que se dirigen a puertos israelíes naveguen por el mar Arábigo y el mar Rojo” hasta que se garantice el suministro de ayuda humanitaria para el pueblo de Gaza, sostienen los rebeldes.
Frente a esta situación, Estados Unidos desplegó una gran flota de buques para repeler ataques y disuadir nuevas ofensivas. Inclusive, la víspera se conoció que, si bien aún no se ha hecho público, el secretario de Defensa de la Casa Blanca, Lloyd Austin, ordenó que el USS Gerald R. Ford y el crucero USS Normandy extiendan sus operaciones por varias semanas más.
Así, en total, Washington mantiene 19 naves entre las que se encuentran el USS Dwight D. Eisenhower, USS Philippine Sea, USS Carney, USS Stethem, USS Mason, USS Thomes Hudner, USS Ramage y USS Roosevelt, desplegados entre el Mediterráneo oriental, los mares Rojo y Arábigo, y el Golfo Pérsico.
A ello se suma también la presencia de un submarino nuclear desde el pasado 5 de noviembre y la movilización de unas 300 tropas en tierra hacia zonas de tensión para evitar una escalada y reforzar la seguridad en sus bases en Siria e Irak, también blancos de ataques por su apoyo a Benjamin Netanyahu.
No obstante estos esfuerzos, dos gigantes navieras anunciaron en las últimas horas la suspensión del tránsito de sus barcos por esta zona debido a las amenazas de los hutíes y los precedentes de ataques y secuestros de otras naves.
MSC Mediterranean Shipping Co. SA y la Compagnie Maritime d’Affrètement y Compagnie Générale Maritime (CMA-CGM) decidieron desviar la ruta de sus naves “para proteger las vidas y la seguridad de nuestros marineros”. La medida se mantendrá “hasta que la ruta sea segura”, agregaron en un comunicado.
Este viernes habían tomado esta decisión Maersk y Hapag-Lloyd, por las mismas razones.
(Con información de EFE)