La naturaleza misma del arte contemporáneo hace que ninguna conclusión sea definitiva. Pero ya finalizada Art Basel Miami Beach y en el ocaso de 2023 no solo podemos hacer un balance que refleje el presente del mercado del arte a lo largo del año en general y de la feria en particular, sino también ofrecer una mirada a futuro.
El primer semestre de 2023 arrancó dubitativo. En mayo no se vio una temporada de subastas con grandes números, y las casas de subastas tampoco mostraban en ese momento una oferta tentadora. Esta actitud pasiva, en la que ninguno quería arriesgar agregar obras al mercado y que fueran rechazadas, se generó una pequeña recesión. Muchos analistas de arte comentaron que se repetía la famosa burbuja que explotó allá por el año 2009.
Esto demostró algo sabido históricamente y que se reflejó en la encuesta de UBS y Art Basel de este año: que si bien el arte y otros sectores del mercado de lujo han probado ser más resistentes que otros bienes de consumo, no son inmunes a las dinámicas macroeconómicas. Los cambios en la confianza del consumidor, del comprador o coleccionista de arte, sumado a las revueltas geopolíticas regionales y las guerras, pueden afectar al mercado del arte, al menos por un tiempo.
Un ambiente de incertidumbre precedía la apertura de Art Basel Miami Beach. Pero el arte demostró una vez más que tiene buen músculo financiero, que tiene buena recepción en los coleccionistas y en los inversores, que sigue siendo un refugio seguro por muchos motivos, pero sobre todo porque la gente que compra es la misma que defiende ese mercado, y no lo deja caer. Así lo confirmó la temporada de subastas de noviembre, en la cual se lograron varios récords de venta de artistas.
También han entrado capitales nuevos, se han ampliado las fronteras de inversión. China y Medio Oriente han estado muy fuertes y eso hizo que los precios hayan logrado la escalada que lograron, y que el mercado se haya mantenido a flote. Esta feria termina el año con buenas sensaciones, una tendencia que desde mi perspectiva puede mantenerse en 2024.
Técnicas que fueron tendencia en Art Basel Miami Beach 2023
La edición 21° de Art Basel Miami Beach estuvo muy marcada por la pintura, algo que avala la Encuesta sobre el Coleccionismo Global 2023, realizada por UBS y Art Basel, que nos cuenta que la técnica de la pintura lidera la venta en un 84% este año. Esa presencia fue notable en la feria, donde hubo menos esculturas que en ediciones anteriores; de manera similar, el tapiz y los telares, que fueron tendencia el año pasado, tuvieron menos presencia.
Se notó mucho trabajo de papel, grabado y litografía, sobre todo de artistas consagrados. Técnicas que han sido por momentos bastardeadas por el gran mercado, tuvieron una presencia notoria en esta edición.
La pintura figurativa tuvo menos presencia que en 2022. Sí se evidenció una presencia notoria del minimalismo y la geometría, con mucho protagonismo latinoamericano, sobre todo de artistas argentinos y brasileños. Tampoco se encontró una pieza llamativa que acaparase la atención, como fue la banana que Maurizio Cattelan presentó en 2019 o el ranking de fortuna hecho por una ATM, del colectivo MSCHF en 2022, ambas en el stand de Perrotin. Este año esta galería trajo una propuesta más digerible en términos curatoriales, y a diferencia de ediciones anteriores no fue criticada por parecer un gift shop.
Más lentitud en el cierre de las ventas
En cuanto a la resolución de ventas, fue más lenta que años anteriores, cuando en una hora, tal vez dos, después de abrir, en el First Choice, ya se había vendido el 80% de lo que se vendería en todo el evento. Este año eso no ocurrió y se manifestó en la atención que brindaron las galerías. Al no generarse esa efervescencia, esa extrema voracidad de las ediciones anteriores, tuvieron que trabajar más la feria. A lo largo de los días el humor fue cambiando y se concretaron ventas que dejaron contentos a los galeristas.
A muchos de los dealers nos llamó la atención que en todos los stands la gente era muy cálida, ofrecía su tarjeta o su contacto. Casi todos recibimos emails de seguimiento en referencia a las obras por las que habíamos mostrado interés o los precios por los que habíamos preguntado. Eso fue muy diferente a otras ferias, cuando hasta parecía que no querían brindar los precios. Esta vez al preguntar por el precio de varias obras que habían sido vendidas, nos confirmaron los valores.
Es claramente una mejora en el trato con el coleccionista. Las galerías blue chip —como les decimos en el mercado a las más grandes— eran muy criticadas por lo frío de su trato, y al parecer notaron que este cambio era necesario en el mundo de hoy.
Algo más que llamó la atención es que no hubo cambio de obras. Anteriormente, al segundo día solía haber cambios radicales en los stands. En esta ocasión no fue hasta el sábado (segundo día de apertura al público en general, pero cuarto día en total) que se hicieron cambios, ya sea porque se habían vendido las obras o porque querían probar con otras.
El mercado del arte hacia 2024
Un galerista muy conocido y que ha participado en todas las ediciones dijo que notaba un público más democratizado y menos pretencioso. También notó, por parte de los galeristas, que habían traído propuestas más frescas. No se equivocó, hubo una apuesta por artistas nuevos, incluso desconocidos. Antes la plataforma Basel era de consagrados.
Venía sucediendo desde hace algunos años y ya vemos que se ha convertido en una práctica recurrente. Hay una creciente motivación por generar un mercado secundario futuro más amplio, y es por eso que las galerías apuestan por estos nuevos nombres. Esto significa que va a haber más mercado para repartir entre galerías, en lugar de una concentración en las diez grandes del mundo.
Concluría con dos observaciones puntuales. La primera: el concepto de feria, que había estado muy puesto en duda a partir de la pandemia, y que de hecho se llegó a pensar que había que cambiar a otras plataformas, sigue siendo muy válido para del mercado del arte. La segunda: aunque los agentes financieros y los gurúes del mercado artístico intenten presentar al arte como una inversión de riesgo o como una burbuja, algo que muchas veces sucede en el mercado inmobiliario, el arte demuestra una vez más que, le cueste a quien le cueste aceptarlo, hay mercado de arte para rato.
Lucas Kokogian tiene 15 años de experiencia en el mercado del arte latinoamericano. Su casa de subasta Azur, en Buenos Aires, es líder en el mercado. Con el mismo nombre abrió otras sedes en Madrid, Berlín, Nueva York y Miami.
Fotos: NachoMartinFilms(@nachomartinfilms)