Florida, el estado soleado conocido por su clima cálido y playas idílicas, está experimentando un crecimiento poblacional sin precedentes, marcado principalmente por una migración interna significativa desde otros estados de Estados Unidos.
De acuerdo con un informe reciente de la Oficina de Investigación Económica y Demográfica de Florida, en abril, la población del estado alcanzó los 22,634,867 habitantes, lo que representa un aumento de casi 359,000 personas o un 1.61% en comparación con el año anterior. Este incremento, el más alto hasta la fecha, se debe en gran medida a la llegada de personas de estados como Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania, Georgia y Texas.
Stefan Rayer, director del programa de población del Bureau of Economic and Business Research de la Universidad de Florida, informó a NBC Miami que, aunque Florida ha sido un destino atractivo para migrantes de estados del noreste y sur, también se ha notado una tendencia de emigración hacia estados del sur como Georgia, Texas y Carolina del Norte. Rayer enfatizó que, en general, ha habido un saldo neto positivo de migración doméstica desde estados principalmente del noreste y medio oeste, y un saldo neto negativo hacia otros estados del sur.
Sin embargo, se prevé que este ritmo de crecimiento poblacional no se mantendrá indefinidamente. Las proyecciones hasta 2028 indican una disminución gradual en la tasa de crecimiento, descendiendo a 1.51% el próximo año y llegando a 1.18% en 2028. A pesar de esta desaceleración, se espera que la población continúe aumentando en promedio unos 300,000 habitantes por año durante este período.
Kathleen Passidomo, presidenta del Senado de Florida, destacó en un memorando a los senadores, según CBS News, la importancia de este crecimiento continuo. Passidomo comparó el aumento anual de la población con la adición de una ciudad del tamaño de Orlando cada año, resaltando la necesidad de adaptar el sistema de salud del estado para satisfacer la demanda anticipada.
Un aspecto crucial en la futura desaceleración del crecimiento poblacional es el cambio en la demografía de los migrantes. En 2022, las personas de 60 a 69 años constituyeron la mayor proporción de nuevos residentes en Florida, seguidas por el grupo de 50 a 59 años. Margaret Snyder, representante de la oficina del gobernador Ron DeSantis, señaló a CBS News en una reunión que las personas de 20 a 39 años han mostrado consistentemente menos interés en mudarse a Florida. Snyder sugirió que con la salida de los baby boomers de este grupo de edad, es probable que en los próximos años estas cifras comiencen a disminuir o al menos no crezcan a los niveles vistos en los últimos cinco años.
Según la Oficina de Investigación Económica y Demográfica del estado de Florida, este cambio demográfico representa un punto de inflexión hacia el final de la década, con la jubilación de las últimas cohortes de baby boomers y una posible disminución de la tasa de crecimiento anual por debajo del 1% en la década de 2030. Este fenómeno plantea desafíos significativos para la planificación estatal, especialmente en áreas como la salud, la infraestructura y los servicios públicos, que deberán adaptarse para satisfacer las necesidades de una población en constante cambio.
Florida se encuentra en un momento crucial de su historia demográfica. Mientras el estado sigue siendo un destino atractivo para muchos, los cambios en la composición de edad de sus residentes y las tendencias migratorias internas están configurando un futuro donde el crecimiento poblacional podría ser más moderado. Este escenario plantea preguntas importantes sobre cómo se preparará Florida para abordar los desafíos y oportunidades que este nuevo panorama demográfico traerá consigo.