La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) emitió una alerta sobre el riesgo de robo de identidad al escanear códigos QR que puede tener graves consecuencias económicas, desde el vacío de cuentas bancarias hasta cargos fraudulentos en tarjetas de crédito, apertura de nuevas cuentas de servicios o uso indebido de seguros de salud.
Estos códigos de respuesta rápida, que almacenan enlaces e información legibles por cámaras de smartphones, se utilizan ampliamente en negocios, desde restaurantes hasta establecimientos minoristas. Los usuarios suelen encontrarse con estos códigos en una variedad de entornos, tales como publicidades, empaques de productos, tarjetas de visita, y hasta en las mesas de restaurantes para acceder a menús digitales por lo que las estimaciones arrojan que más de 94 millones de consumidores utilizarán su teléfono para escanear un código QR al finalizar el 2023.
El proceso para leer un código QR es simple. El usuario abre la aplicación de cámara en su teléfono inteligente y apunta hacia el código, asegurándose de que este se vea claramente en la pantalla. Las cámaras modernas, equipadas con la función adecuada, identifican y procesan el código automáticamente, sin necesidad de presionar el botón de captura. A continuación, se muestra en la pantalla un enlace o acción correspondiente al contenido del código QR. Si es una URL, al seleccionarla el navegador web del teléfono se activará y dirigirá al usuario al sitio web en cuestión.
Este mecanismo ofrece un sinfín de aplicaciones prácticas, desde la rápida descarga de aplicaciones hasta la realización de pagos sin contacto. Su uso también ha crecido exponencialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19, donde los códigos QR permitieron realizar trámites y pagos sin la necesidad de interacción física, contribuyendo así a las medidas de distanciamiento social.
Los peligros de los códigos QR
Los códigos QR, a pesar de ofrecer comodidad a los usuarios y beneficios operativos a las empresas, también pueden ser utilizados por delincuentes para obtener información personal de manera subrepticia. El robo de identidad puede tener consecuencias financieras catastróficas para las víctimas, las cuales a menudo tienen pocos recursos para enfrentarlo.
Según la alerta de FTC, publicada por CBS News, los estafadores están instalando códigos QR falsificados en lugares comunes como estacionamientos, centros de conciertos, garajes públicos, folletos y estaciones de bicicletas compartidas. En algunos casos, cubren los códigos de entidades legítimas para sustraer información.
También hay casos donde los códigos maliciosos se envían por mensajes de texto o correo electrónico no solicitados, haciéndose pasar por una situación urgente para hacer que las víctimas caigan en la trampa: “Desafortunadamente, los estafadores ocultan enlaces dañinos en códigos QR para robar información personal”, dijo Álvaro Puig, especialista en educación del consumidor de la FTC en entrevista con CNBC.
Los sitios web falsos a los que se dirigen algunos códigos QR imitan a los legítimos, “y si inicia sesión en el sitio falsificado, los estafadores podrían robar cualquier información que ingrese” alertó Puig. Otros códigos QR al ser escaneados pueden instalar automáticamente malware o virus en los dispositivos.
La FTC sugiere ser cauteloso antes de escanear un código QR, especialmente si se encuentra en un lugar inesperado o se recibe de forma inesperada, y recomienda mantener actualizado el software del teléfono, usar contraseñas fuertes y la autenticación multifactor para proteger los accesos personales.