El ex embajador y diplomático estadounidense Hugo Llorens reaccionó a la noticia de su colega Víctor Rocha, quien fue arrestado el lunes y será juzgado en un tribunal de Miami acusado de espiar durante 40 años para la dictadura cubana.
“¡Traidor total! ¡Un hombre nefasto! Este es un tipo que vivió una existencia privilegiada en Key Biscayne con sus millones. Un tipo que se benefició enormemente del capitalismo con sus hijos asistiendo a las escuelas más exclusivas de EEUU y a campamentos de verano en España. Sin embargo, se proclama orgulloso revolucionario y llama enemigo a la nación que lo adoptó. Es la forma más baja del ser humano”, escribió Llorens en respuesta a una publicación en la red social LinkedIn.
Llorens, un ex embajador de Estados Unidos y veterano diplomático con 36 años de carrera, reaccionó así a una publicación de su colega Kathleen Doherty, quien compartió una noticia del diario New York Times sobre el arresto de Rocha.
“Rocha fue mi primer jefe en el Servicio Exterior y uno de mis primeros mentores. Sensación de traición, enojo, pero no solo con él. ¡¿Cuatro décadas de espionaje y recién descubierto?!”, escribió indignada Doherty, quien tiene una amplia trayectoria diplomática ocupando altos cargos en las embajadas de Estados Unidos en Roma, Moscú y Londres.
Por su parte, Llorens se retiró de su carrera diplomática el 31 de diciembre de 2017. Además de sus servicios como funcionario de EEUU, se dedicó a la consultoría en asuntos internacionales de negocio y seguridad, ofreciendo asesoramiento sobre política, comercio e inversiones en mercados de Latinoamérica, Europa, el sur de Asia y el Pacífico Occidental.
Entre 2016 y 2017, Llorens se desempeñó como Encargado de Negocios Especial y Jefe de Misión en Kabul, Afganistán. Allí lideró la mayor embajada de los Estados Unidos en el mundo, con un personal de 8,500 empleados, entre estadounidenses, afganos y nacionales de terceros países, representando a 22 agencias del gobierno de EEUU.
Llorens también fue oficial principal en Sydney, Australia, ejerciendo como diplomático líder estadounidense en la misión más antigua de los Estados Unidos en la región de Asia-Pacífico, establecida en 1836.
También fue Embajador en Residencia y asesor facultativo en el Colegio de Guerra Nacional en Washington DC. Y fue embajador de EEUU en Honduras entre 2008 y 2011.
Las confesiones del ex embajador de EEUU que espió para Cuba
Según consta en el escrito de acusación, al que tuvo acceso EFE este martes, entre 2022 y 2023 hubo tres reuniones entre Rocha y un agente especial del FBI que fingió ser ‘Miguel’, un representante de la Dirección General de Inteligencia de Cuba.
En esos encuentros, que fueron grabados y se llevaron a cabo en español, el ex diplomático se refirió constantemente a Estados Unidos como “el enemigo” y confesó que su mayor preocupación cuando trabajaba para el Departamento de Estado fue “fortalecer la Revolución” cubana.
Rocha, nacido el 23 de octubre de 1950 en Colombia, tiene ciudadanía estadounidense y dominicana y trabajó durante más de dos décadas para el Gobierno de Estados Unidos.
Entre 1981 y 2002, fue empleado del Departamento de Estado y ocupó varios puestos en las embajadas de Estados Unidos en República Dominicana, Honduras, México y Argentina.
Trabajó en la oficina de representación de Estados Unidos en Cuba de 1995 a 1997 y fue embajador en Bolivia entre 1999 y 2002, bajo los Gobiernos de Bill Clinton y de George Bush hijo.
Rocha también fue director de Asuntos Interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional entre 1994 y 1996, y asesor de 2005 a 2012 del Comando Sur de Estados Unidos, el comando militar cuya área de responsabilidad incluye Cuba.
El Departamento de Justicia lo acusa de haber espiado para Cuba durante más de 40 años, desde que se incorporó al Departamento de Estado en 1981 hasta hoy.
Según consta en la acusación, durante su trayectoria en la Administración estadounidense Rocha “tuvo acceso a información clasificada” y “capacidad para alterar la política exterior” del país.
Además, estuvo mintiendo durante años en varias entrevistas internas en las que juró lealtad a Estados Unidos y respondió “no” al ser cuestionado si trabajaba para un país extranjero.
El FBI comenzó a sospechar de Rocha en 2022 y un agente encubierto lo contactó en noviembre de ese año por WhatsApp para trasladarle “un mensaje de sus amigos en La Habana”.
Ambos se encontraron en la mañana del 16 de noviembre de 2022 frente a la Primera Iglesia Presbiteriana de Miami, el primero de tres encuentros en los que confesó sus actividades de espionaje para la dictadura cubana.
En esos encuentros, Rocha repitió varias veces que seguía siendo un “compañero” de la dictadura cubana y explicó que en Estados Unidos se hacía pasar por “un hombre de ultraderecha” para no ser descubierto.
“Mi preocupación número uno era cualquier acción de Washington que pusiera en riesgo la vida del liderazgo o de la misma Revolución”, habría confesado Rocha.
Aseguró que todo lo que hizo sirvió para “fortalecer la Revolución”, que dio “varios grandes golpes” a Estados Unidos y elogió la figura de Fidel Casto, a quien llamaba “comandante”.
También explicó que su último viaje a Cuba fue en “2016 o 2017″ y que entró a la isla mediante su pasaporte dominicano con previa escala en Panamá.
Tras esas reuniones, agentes de los Servicios de Seguridad Diplomática de Estados Unidos se presentaron en su domicilio para interrogarlo pero Rocha negó por completo haber contactado con ningún agente cubano.
Cuando se le mostró una foto de una de las reuniones, dijo que la inteligencia cubana le había contactado pero que solo había sido una vez.
(Con información de EFE)