La congestión vehicular en Miami aumentó dramáticamente en el último año, posicionándose en el octavo lugar entre las ciudades más congestionadas del mundo según el más reciente estudio de INRIX Inc. El análisis reveló que los conductores en esta urbe perdieron en promedio 105 horas debido a atasco de tráfico durante 2022.
Este tiempo perdido no solo se traduce en estrés y retrasos, sino también en un costo monetario: el estudio estimó que cada conductor gastó aproximadamente 1.773 dólares anuales por concepto de congestiones.
Bob Pishue, analista de tráfico de INRIX, destacó en una entrevista con la cadena Telemundo que Miami experimentó un aumento del 59% en tráfico comparado con el año 2021, colocándose por encima de ciudades reconocidas por sus problemas de tráfico como Los Ángeles, afectando en gran medida a pequeñas empresas e industrias que dependen del transporte, generando un impacto directo en su operatividad y finanzas.
“Hay otras cosas que también te afectan, como los retrasos en el transporte de mercancías y cosas así, cuando los camiones pesados y los vehículos de reparto se retrasan, eso significa que pueden conseguir menos citas. Así que, por ejemplo, un fontanero si tiene que estar dando vueltas por la ciudad, si hay mucho tráfico, llega a uno o dos clientes menos por día. Así que eso tiene un impacto, una especie de efecto dominó en varias industrias diferentes” explicó Pishue.
El informe también identificó las vías 826 Palmetto, 836 Dolphin Expressway, US-1 y I-95 como los principales puntos de congestión vehicular en la ciudad. Para mitigar este problema, Pishue sugirió “mejorar la sincronización de las señales de tráfico, promover un mayor uso del transporte público y promover el teletrabajo”.
Por su parte, el ex alcalde de Miami, Xavier Suárez, criticó la ineficiencia y elevados costos del sistema de tránsito, atribuyéndolos a un mal manejo de fondos y la carencia de infraestructura planeada: “Las autoridades no tienen bien claro el sistema, y se han malgastado los fondos que se debían utilizar para construir las obras capitales y completar el sistema de tránsito que inicialmente estaría compuesto por 5 ramas, de las cuales sólo se hicieron dos” denunció en una entrevista con el Diario Las Américas.
Suárez señaló falencias estructurales en el tránsito público, apuntando que si se hubieran construido las tres ramas adicionales planeadas para el sistema de tránsito, la situación actual sería distinta: “Si se hubiese utilizado el dinero del medio centavo aprobado hace más de dos décadas en Miami-Dade, que estaba produciendo en ese momento 250 millones al año, para construir las otras tres ramas que abarcarían el sistema completo de tránsito y llegarían a todas las esquinas del condado, la congestión se reduciría enormemente” aseguró.
Alta accidentalidad
Los accidentes de tránsito, exacerbados por la congestión vehicular, resultaron durante el mismo periodo de tiempo estudiando en 3.411 muertes en Florida según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA). El condado de Miami-Dade, por su parte, se encuentra a la cabeza en la estadística de incidentes viales en el estado, con 61.319 incidentes reportados en 2022, reveló la firma McQuaid & Douglas.
A pesar de que el número de fatalidades disminuyó en comparación con las 3.741 de 2021, los expertos anticipan un posible aumento en las cifras y resaltan la importancia de tomar acciones eficaces y rápidas para manejar la creciente congestión de tráfico y la garantía de seguridad vial.
La reducción del precio del pasaje y la implementación de transporte público gratuito, son algunas de las medidas sugeridas para enfrentar los accidentes viales y la congestión en Florida. El ex alcalde Xavier Suárez señaló que disminuir el precio actual del ticket de USD 2.25 podría aliviar la congestión vial significativamente, haría “lo más simple posible la utilización del sistema de transporte para los usuarios y se podría reducir la congestión vial de manera considerable”.
Además de un ajuste en el valor del pasaje, Suárez piensa que “se debe llevar a cabo la fabricación en las paradas de techos y sistemas electrónicos que digan dónde está el autobús, que a veces no se sabe por dónde viene, entre otras medidas que han mostrado resultados positivos en otras ciudades”.