Entre el 30 de noviembre y 12 de diciembre de 2023 se llevará a cabo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático más conocida como COP28. En esta cumbre que se realizará en Dubái, representantes de 197 países discutirán posibles soluciones a la crisis climática que amenaza con cada vez más preocupación internacional, la estabilidad del planeta.
En medio de esta búsqueda de alternativas aparece la Inteligencia Artificial como una herramienta que podría potenciar y hacer más efectivo el trabajo de los investigadores para anticipar de manera oportuna los impactos del cambio climático en sectores como la producción alimentaria, que se ve amenazada por eventos climáticos extremos como sequía o lluvias excesivas e inundaciones.
En este sentido, una empresa de Silicon Valley ya trabaja en el desarrollo de una plataforma de inteligencia artificial (IA) capaz de predecir cómo afectará el cambio climático a los cultivos en las próximas dos décadas. Según Himanshu Gupta, CEO de ClimateAi consultado por CNN, esta tecnología ofrece una forma rápida y efectiva de adaptarse a los desafíos climáticos, transformando la manera en que los agricultores gestionan sus cultivos ante el aumento de eventos extremos.
Como un ejemplo, destaca que la aplicación fue capaza de predecir que los cultivadores de tomate en Maharashtra, India, enfrentarán una disminución del 30% en las cosechas en las próximas dos décadas debido a altas temperaturas y sequías extremas. Este pronóstico anticipado fue posible a través de la evaluación de ClimateAi de la vulnerabilidad de los cultivos al cambio climático utilizando datos de clima, agua y suelo específicos de cada localización.
Esto ha permitido que los agricultores comiencen a modificar sus planes de negocio, optando por semillas más resistentes al cambio climático y ajustando sus calendarios de siembra, encontrando así nuevas estrategias de cultivo en minutos en lugar de años y reduciendo considerablemente los costos.
Potencial transformador de la IA
La capacidad de la IA para procesar grandes cantidades de datos y optimizar recursos puede acelerar desde la reducción de la contaminación hasta la mejora de modelos meteorológicos. Fengqi You, catedrático en la Escuela de Ingeniería de Cornell University dijo en entrevista con CNN, que la IA tiene “capacidades predictivas muy fuertes” que pueden ser extremadamente útiles en diversos ámbitos, incluyendo la lucha contra el cambio climático.
El Ártico se calienta cuatro veces más rápido que el resto del planeta, una tendencia que ha llevado a un rápido derretimiento del hielo marino, el deshielo del permafrost y la generación de incendios forestales en una región que debería ser una de las más frías de la Tierra. Investigadores advierten que lo que sucede en el Ártico es un indicador clave para el resto del mundo. Sin embargo, los modelos climáticos actuales no están capturando la velocidad de este calentamiento.
La inteligencia artificial, implementada por Anna Liljedahl del Woodwell Climate Research Center, está ayudando a prever los cambios del permafrost en una escala de tiempo estacional, en lugar de la escala centenaria usual, proporcionando a los científicos una visión más precisa del ritmo de deshielo en el Ártico.
Sin embargo, es importante aclarar que el uso de la AI en la investigación climática brinda una herramienta inicial para modelar predicciones, aunque no es perfecta. Como señaló a CNN Liljedahl, la AI realiza “el trabajo sucio”, permitiendo después a los científicos verificar y asegurarse de que los resultados tengan sentido. Este avance tecnológico no solo se aplica al estudio del permafrost, sino también a la optimización de la energía renovable.
Por ejemplo, un proyecto de Google DeepMind en 2019 entrenó un modelo de AI con pronósticos meteorológicos y datos históricos de turbinas eólicas para predecir la disponibilidad de energía de este tipo, lo cual potencia su valor para los productores de energía renovable. Además, la IA ayuda a predecir cuándo y dónde será mayor la demanda de energía, lo que permite a los operadores de red no producir energía en exceso que luego sería desperdiciada.
La aplicación de la AI también se extiende al desarrollo de materiales capaces de recapturar efectivamente carbono de la atmósfera y en la modelación y pronóstico de grandes inundaciones para que las agencias gubernamentales locales puedan prepararse y reaccionar ante posibles emergencias.
Un método innovador para orientar al consumidor hacia un estilo de vida más sostenible será presentado por The Cool Down, una empresa de medios que lanzará una herramienta de AI a principios del próximo año. Según Anna Robertson, co-fundadora y directora de contenido y asociaciones de la compañía, esta herramienta responderá preguntas de los usuarios y los guiará hacia información práctica, facilitando la adopción de decisiones más ecológicas.
Aunque la IA no reemplazará la necesidad de intervención humana en la lucha contra el cambio climático, sí promete agilizar el trabajo de científicos y profesionales, actuando incesantemente para facilitar descubrimientos y optimizar los esfuerzos de investigación. Además, modelos de IA se capacitan continuamente para incluir variables como elementos tóxicos en el agua y la afectación a la vida marina, lo que antes sería difícil integrar en un solo modelo mediante métodos convencionales.