Un crucero mundial que prometía navegar durante tres años fue cancelado con menos de dos semanas de antelación. El viaje único, que recorrería 210,000 kilómetros, 375 puertos y 135 países, partiendo inicialmente desde Estambul el 1 de noviembre, fue reprogramado para salir de Ámsterdam el 30 de noviembre. Pero para el infortunio de los pasajeros, les fue informado el día 16 sobre la cancelación definitiva del crucero.
El precio de estos paquetes de viaje ascendía a más de 115.500 dólares por persona, una cifra considerable si se la compara con el gasto promedio anual de un hogar en Estados Unidos, situado en 72.967 dólares, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos recogidos por CNN.
Algunos tripulantes que incluso vendieron sus propiedades para unirse a la travesía que prometía ser una opción única de retiro en altamar, quedaron en una situación incierta y sin un hogar al que volver dado que habían planificado estar en el crucero hasta finales de 2026, como el caso de Kimberly Arizzi, quien vendió su apartamento, muebles, ropa y televisión para financiar el viaje, según contó en entrevista con el mismo medio.
El sentimiento generalizado entre los pasajeros consultados por CNN es de desilusión por la decisión y la falta de aviso de la compañía de cruceros: “Estoy muy triste, enojado y perdido”, expresó uno de ellos. “Tenía planeados los próximos tres años de mi vida para vivir una experiencia extraordinaria, y ahora no tengo nada. Me está costando avanzar”.
“Nunca imaginé que estaría en esta posición siendo una persona mayor” manifestó otro tripulante. “Me sentí orgulloso y valiente, ahora no confío en nadie ni en nada. Sé que todo saldrá bien y la vida seguirá, pero no estoy seguro de la dirección”.
Otra de las afectadas, Meredith Shay, una ex asistente de vuelo, relató al programa “Good Morning America” de la cadena televisiva ABC, que había estado abonando 35,000 dólares mensuales por una de las habitaciones más grandes del barco y que quedó “devastada, decepcionada y triste” tras cancelar sus preparativos para el viaje.
Keri Witman, una ejecutiva de marketing de Cincinnati, también vendió su casa en preparación para el viaje. Había planeado dirigir su firma, Clever Lucy, utilizando la conectividad Starlink del barco. A pesar de la decepción, aún mantiene su empleo y residencia temporal y pudo recuperar a su gato Elmer, contó a Business Insider.
La compañía prometió emitir los respectivos reembolsos en cuotas mensuales comenzando a mediados de diciembre y extendiéndose hasta finales de febrero. Además, se ofreció a costear vuelos y alojamientos hasta el 1 de diciembre para los viajeros que ya se encuentran en Estambul, desde donde el barco debía haber zarpado originalmente antes de cambiar la ubicación a la capital de los Países Bajos.
La razón
Fox News conoció que el plan de la empresa matriz de Life at Sea, Miray Cruises, era adquirir durante el verano de este año el barco de 43 mil toneladas AIDAaura, que sería renombrado como MV Lara. Sin embargo, la compañía no logró adquirir el gran buque debido a que “los inversores declinaron seguir apoyándonos debido a los conflictos en Medio Oriente” explicó la ex CEO de de Life at Sea Cruises, Kendra Holmes, en un video de 15 minutos enviado a los pasajeros el pasado 16 de noviembre.
Poco después, el propietario de Miray Cruises, Vedat Ugurlu, reconoció que la compañía no podía costear la compra del barco. “Miray no es una empresa lo suficientemente grande como para afrontar el pago de 40 o 50 millones de dólares por un barco”, indicó Ugurlu, mencionando que, aunque realizaron un pago inicial, los inversionistas “se negaron a apoyarnos”.
Lo cierto es que la cancelación del ambicioso crucero estuvo rodeada por una serie de contradicciones por parte de los representantes de Miray Cruises. Tras anunciar la no realización del viaje a los pasajeros, Ugurlu emitió varios días después una declaración a ABC News en la que anunciaba que en realidad el viaje había sido “aplazado” hasta mayo de 2024.
“Sólo hemos tenido que prorrogar nuestra aprobación”, dijo. “Porque, como saben, los cruceros de tres años son un megaproyecto. El motivo es la capacidad de nuestro buque, que debe superar los 600 camarotes. Y ahora mismo sólo tenemos 104 camarotes”. Pero durante un seminario web el 6 de septiembre de 2022, la ex directora ejecutiva Kendra Holmes aseguró que para ese momento se había vendido el 50% de los camarotes disponibles.