Las autoridades neoyorquinas reportaron el hallazgo de un torso humano en las playas de Queens

En un hecho que ha causado gran consternación, autoridades de Nueva York investigan el hallazgo de un torso humano con piernas en la playa Breezy Point en Queens. El descubrimiento se realizó el viernes tras una llamada al 911 aproximadamente a las 12:21 p.m., según informaron medios locales.

El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) no ha identificado aún a la víctima y está a la espera de notificar a la familia correspondiente, mientras que la causa de la muerte será determinada por un médico forense, publicó la cadena de noticias CNN.

El New York Post confirmó que los restos fueron encontrados en plena luz del día y se cree que podrían ser del cineasta irlandés Ross McDonnell de 44 años, quien desapareció a principios del mes de noviembre en la Gran Manzan. El artista ha ganado tres premios Emmy, el primero en 2019 por su trabajo en la serie de Showtime “The Trade” y el último en 2022.

McDonnell fue visto por última vez el 4 de noviembre saliendo de su apartamento en Bedford-Stuyvesant, Brooklyn, y su bicicleta fue encontrada posteriormente cerrada en Fort Tilden Beach, también en Queens. Las autoridades, en colaboración con el consulado irlandés, están esperando los resultados de las pruebas de ADN para confirmar la identidad, confirmó NBC News.

“Es un ser humano muy bueno y en estos momentos se le echa mucho de menos”, declaró Gene Gallerano, amigo de McDonnell en una entrevista con NBC Nueva York. “Estamos muy, muy preocupados. El misterio nos afecta emocionalmente. Es muy confuso y doloroso no tener ningún tipo de respuesta sobre lo que pasó”.

Según el mismo medio, la hipótesis de las fuentes cercanas al extraño caso es que el cineasta pudo haber ido a nadar, ser arrastrado por la corriente y ahogarse. La última vez que fue visto, McDonnell, vestía una camiseta negra, pantalones rojos y una mochila negra. Se describe que su estatura es de aproximadamente 1,75 metros de altura y su peso es de alrededor de 80 kilogramos.

“La temprana experiencia de viajes de Ross y su amor por el cine despertaron una fascinación por la creación de imágenes y la narración de historias. Su trabajo refleja su interés en la naturaleza abierta de la no ficción y las tensiones, inherentes al proceso fotográfico, entre la fugacidad y la permanencia”, se lee en la la biografía de su portal web.