Estados Unidos atacó este martes un vehículo perteneciente a una milicia terrorista proiraní en Irak, que había bombardeado recientemente una de sus bases militares en el país. La ofensiva dejó “varias bajas enemigas”, aunque no se precisó cuántas.
Según confirmó el Comando Central estadounidense (Centcom), la maniobra estuvo a cargo de un avión militar AC-130, que identificó y disparó contra el vehículo en el que viajaban los individuos responsables del ataque con un misil balístico de corto alcance sobre su base en Al Assad la noche previa.
“En respuesta a los crímenes cometidos por el enemigo contra nuestro pueblo en Gaza, los muyahidines de la Resistencia Islámica en Irak atacaron la base de ocupación estadounidense en Ain al Asad, en el oeste de Irak, con un avión no tripulado y alcanzaron directamente su objetivo”, escribió a última hora del lunes la milicia en su canal de Telegram, reclamando la autoría de este suceso.
La portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, explicó que la maniobra fue en “defensa propia” y, por el contrario, negó que Estados Unidos esté buscando expandir el conflicto en la región. No obstante, dejó en claro que Washington no se dejará amedrentar por las milicias rebeldes del Eje de la Resistencia, responderá “cuando sea necesario” y dará cualquier paso necesario para proteger a su personal en Medio Oriente.
Desde que se desató el conflicto entre Hamas e Israel, a quien Estados Unidos le ratificó su pleno apoyo y reconoció su derecho a la autodefensa, varias milicias apoyadas por el régimen de Irán intensificaron sus ofensivas contra las bases militares de Washington en Irak y Siria.
Las acciones comenzaron aproximadamente el 17 de octubre y se producen casi a diario, dejando ya más de 60 ataques desde entonces, que la administración de Joe Biden considera “totalmente inaceptables”.
Como respuesta a estas ofensivas, Estados Unidos intensificó su presencia en la región y lanzó una serie de ataques gracias a los cuales -según confirmó el Centcom- ya se abatieron al menos 13 terroristas y se detuvo a otros 78. Entre ellos hay tanto combatientes como colaboradores y agentes encubiertos.
A la par, sancionó a dirigentes de las agrupaciones financiadas por la Guardia Revolucionaria para tratar de limitar su capacidad operativa.
La última ronda de éstas se produjo el 17 de noviembre y alcanzó a seis altos dirigentes “por haber actuado en nombre” de los grupos o por haber “proporcionado apoyo financiero” a ellos.
“La acción de hoy envía un mensaje a Kata’ib Hezbollah y a todos los demás grupos respaldados por Irán de que Estados Unidos utilizará todas las medidas disponibles para hacer rendir cuentas a cualquier otro actor oportunista que intente explotar la situación en Gaza para sus propios fines”, sentenció entonces el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nichols.
De todas formas, Washington mantiene abiertas las conversaciones por vías diplomáticas con la intención de cesar esta situación, por lo que el secretario de Estado, Antony Blinken, realizó semanas atrás una visita a Bagdad en la que abordó con altos funcionarios la importancia de una solución a este escenario.
También, el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, ha mantenido conversaciones con autoridades de Teherán para pedir un cese de este fuego.
(Con información de EFE)