Cristina Rivera Garza llevó a Miami “El invencible verano de Liliana”, uno de “los 100 libros que hay que leer”, según Time

Además del reconocimiento de la revista, “El invencible verano de Liliana” está nominado al National Book Award de Estados Unidos en no ficción. En la Feria del Libro de Miami, la autora compartió con el público su viaje emocional desde la intimidad de la correspondencia de su hermana hasta la tragedia impune de su feminicidio

Cristina Rivera Garza presentó "El invencible verano de Liliana", su último libro, nominado al National Book Award, en Miami Book Fair. (Nacho Films)

“Este libro es para celebrar el paso de Liliana Rivera Garza por la tierra y para decirle que, claro que sí, lo vamos a tirar. Al patriarcado lo vamos a tirar”: eso es lo primero que se lee en la contraportada de El invencible verano de Liliana, el más reciente libro de Cristina Rivera Garza. “El 16 de julio de 1990, Liliana Rivera Garza, mi hermana, fue víctima de feminicidio. Era una muchacha de 20 años, estudiante de arquitectura. Llevaba años tratando de terminar su relación con un novio de la preparatoria que insistía en no dejarla ir (...) La decisión de él fue que ella no tendría una vida sin él”.

Escribir sobre la sensibilidad de una joven de 20 años, sus sonrisas y sus agobios, sería un tema atractivo si la autora no tuviera que mencionar a esa persona en pasado: entonces la historia se torna dolorosa. Más aún cuando se escribe desde el desgarramiento de saber que esa joven fue víctima de feminicidio. Y más aún cuando esa joven es su hermana.

Hace apenas unos años, Cristina Rivera Garza visitó a sus padres y les pidió revisar las cajas de cartón donde guardaban las pertenencias de su hermana Liliana, cerradas durante 30 años. No sabía qué iba a encontrar, no había podido abrir aquellas cajas antes. Penetrar en la herida nunca es trabajo fácil. Y ahí estaban, frente a ella, los recuerdos de su hermana.

“Tuve acceso a lo que he llamado el archivo afectivo —dice la autora de Autobiografía del algodón y La cresta de Ilión—. Trataba de encontrar a los amigos de mi hermana de aquella época, creía que ahí podía haber una libreta de direcciones o algo. Encontré mucho más: cartas, notas, fotos, servilletas, dibujitos…”

Puso el archivo en maletas y se los llevó a Houston, donde radica y enseña Estudios Hispánicos en la universidad. Y entonces comenzó minuciosamente a transcribir. “Transcribir cada carta, papel, notita, lo que fuera. Para tratar de que quedara muy claro en mi cabeza con qué estaba tratando”, contó. En sus talleres, Rivera Garza recomienda a sus alumnos que reescriban. Algunos creen que es un ejercicio pesado, pero ella insiste: “Parece que no estamos haciendo nada cuando reescribimos exactamente la misma frase, pero algo le pasa a nuestro cuerpo, en nuestra conciencia, cuando hacemos que una oración de alguien más atraviese todo nuestro sistema de respiración, de conciencia y de percepción. Entonces eso hice. Transcribí todos los papeles”.

"El invencible verano de Liliana", recomendado por Time entre "los 100 libros que hay que leer", aborda el feminicidio de la hermana de Rivera Garza.

En cada letra suya, Cristina hace un recorrido por sus angustias y por los días felices. Ordena las cartas a modo de testimonio, ahonda en lo que le llamaba la atención y en cómo lo contaba. Se descubre poniendo la piel donde antes estuvo la de su hermana.

En una de esas cartas, Liliana escribió, en el verano de 1987:

Este julio estoy triste, es tan feo comprobar que todas las cosas acaban, que ni las propias pueden ser eternas, y con eso no trato de decir que la tristeza sea un estado desagradable, no, creo que mi tristeza me ha llegado a gustar, también mi soledad… No sé qué más decir, pero tengo tantas ganas de escribir: escribir lo que pienso, escribir lo que sueño, escribir del cielo gris y de la miseria de la gente… Escribir.

El sábado 18 de noviembre, en uno de los salones de la Feria del Libro de Miami, Rivera Garza recordó cómo muchas de las cartas de Liliana estaban dobladas en forma de origamis, cuánto la conmovió abrirlas y que aquellas formas se desplegaran y le devolvieran letras. Cómo pensó que cada una de las cartas era importante para comprender el libro en sí, y fue su editora quien la ayudó a leerlo como lectora y seleccionar solo algunas, y a partir de ahí escribir.

Además de la presentación, Cristina Rivera Garza estuvo en una mesa con otros escritores nominados, como ella, al National Book Award. (Nacho Films)

“Para escribir traté de buscar la voz de Liliana —explicó Rivera Garza, actualmente directora del programa de escritura creativa en español en la Universidad de Houston—, la asumí como una suerte de co-autora. Mi hermana no era cursi, así que mientras escribía pensaba cómo lo contaría ella”.

También se preocupó por lograr un lenguaje claro, “lo más directo posible, pero que también admitiera la posibilidad de recrear escenarios y personalidades”, continuó. “En todo momento estuve muy al tanto de cualquier cosa estridente, no quería hacerle el juego ni al poder ni a las narrativas patriarcales de silenciar este tipo de historias. No quería contar esta historia desde el punto de vista de los profesores, porque eso lo conocemos muy bien: el cine de Hollywood ha producido una cantidad enorme de películas sobre las chicas muertas, donde todo el mundo habla menos de la chica muerta”.

El resultado es un libro conmovedor que no permite que Liliana caiga en el olvido, que rescata en una voz a muchas mujeres que han sido vejadas, violentadas, asesinadas.

En palabras de la escritora mexicana: “Hay noticias sobre violencia de género, incluso a veces somos bombardeados con esas noticias sobre feminicidios en Latinoamérica… Estados Unidos no se queda atrás. Las mujeres sabemos los datos duros y, según esas cifras, tres de nosotras pierden la vida diariamente a manos de sus parejas íntimas. Es decir, estamos ante lo que algunos llaman una epidemia silenciosa. Y aunque sabemos bastante en apariencia, mucha de esa información se pierde en el estereotipo, en las narrativas patriarcales que continúan”.

Cristina Rivera Garza presentó "El invencible verano de Liliana" en diálogo con Gisela Heffes, con moderación de Oscar Molina V. (Nacho Films)

Sobre todo culpando a la víctima y exonerando al perpetrador. “Es una conversación en la que parece que todo importa: el perpetrador, el sistema de justicia, los detectives, los policías… todo excepto las mujeres que pierden la vida. Una de las cosas que a mí me parecía fundamental en el proceso de escribir este libro era precisamente detenerme en eso, no solo en el momento del feminicidio de Liliana, sino también en uno de los grandes peligros de escribir sobre la violencia. Muchas veces el relato gira en torno a las vidas de las víctimas de la violencia, el momento de la violencia, y se pierde este sentido de que, detrás, antes y después de ese momento, hay una existencia y una presencia compleja”.

El libro ha tenido buena acogida. El invencible verano de Liliana es, según la selección del 2023 de la revista Time, uno de los 100 libros que hay que leer, y es uno de los 50 trabajos más notables de no ficción, a juicio de The Washington Post.

En la reciente Miami Book Fair, Rivera Garza presentó, además, Turbar la quietud, obra editada junto a Gisela Heffes, quien la acompañó en el evento, sobre el trabajo de autoras de habla hispana. También Me llamo cuerpo que no está, un volumen que reúne su poesía. En otra mesa participó con autores que, como ella, han sido nominados al National Book Award en no ficción: Jonathan Eig (King: A Life), Prudence Peiffer (The Slip), Donovan X Ramsey (When Crack Was King), John Vaillant (Fire Weather)y Kidada E Williams (I Saw Death Coming).

Y espera, en los próximos años, dijo, poder editar todas las cartas de Liliana y publicarlas.