Un tiroteo registrado este viernes en el Hospital Psiquiátrico del estado de New Hampshire, en la ciudad de Concord (al noreste de Estados Unidos), dejó al menos dos muertos, incluido el atacante, y dos heridos, según informaron las autoridades locales.
La Policía Estatal de New Hampshire indicó en una conferencia de prensa que un hombre armado abrió fuego en un hospital estatal en la ciudad de Concord, matando a una persona.
El sospechoso del ataque, que no ha sido identificado, murió en el lugar tras ser baleado por la Policía.
Hasta el momento, no se han proporcionado más detalles sobre la víctima, el tirador o el posible motivo del ataque.
El vocero de la Policía de New Hampshire, Mark Hall, detalló que se intentó reanimar a la víctima, quien lamentablemente murió posteriormente en el Hospital Concord.
“No hay ninguna amenaza para el público ni para los pacientes ni para el personal del hospital”, agregó.
Más temprano, la policía y los servicios de seguridad y de urgencia del estado anunciaron en sus cuentas de X que “se habían producido disparos en el hospital público de New Hamsphire, en Concord, con varias víctimas”. Sin embargo, Hall confirmó que solo dos personas resultaron heridas.
“Es un día difícil e inimaginable para nuestros empleados y para nuestra comunidad”, expresó la comisionada del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Lori Weaver. “Continuaremos disponiendo recursos en las próximas horas y días”.
La representante demócrata Annie Kuster, calificó el tiroteo de “horroroso” y pidió al público mantenerse alejado del centro de salud.
“Gracias a los oficiales de la Policía Estatal que respondieron tan rápidamente”, dijo Kuster en un comunicado. “Mis pensamientos están con la víctima, su familia y la comunidad de Concord”.
Otros miembros de la delegación estatal también expresaron su apoyo.
“El estado se movilizó de inmediato, y los socorristas y las fuerzas del orden están en el lugar”, dijo el gobernador Chris Sununu. “Proporcionaremos tantos detalles como sea posible a medida que se desarrolle la situación”.
Los asesinatos y tiroteos son casi cotidianos en Estados Unidos. El peor de los últimos años tuvo lugar a finales de octubre en el vecino estado de Maine cuando un hombre armado con un rifle semiautomático abrió fuego en un local de bowling de Lewiston, y diez minutos después en un bar-restaurante de esa localidad de 36.000 habitantes.
Mató a 18 personas e hirió a más de 1.000. Luego, se suicidó.
Con el tiroteo masivo de Maine, ya son 565 los perpetrados este año en Estados Unidos, según la organización sin fines de lucro Gun Violence Archive (GVA, por sus siglas en inglés), que elabora estadísticas sobre este tipo de incidentes.
Excluyendo los suicidios, más de 15.000 personas han muerto a causa de la violencia armada desde principios de año en Estados Unidos, según la misma ONG.
(Con información de EFE y AFP)