Una cifra de la Unesco impactó a Sandra Guzmán, escritora, documentalista y periodista: cada 14 días muere una lengua en el mundo. A partir de ese dato se propuso armar una antología que reuniera los numerosos idiomas que se hablan en América Latina desde una perspectiva específica: la de las mujeres. Daughters of Latin America, el resultado, se presenta en Miami Book Fair el sábado 18 de noviembre.
Guzmán, una narradora afro-indígena, autora de la guía feminista The New Latina Bible y productora de The Pieces I Am, documental sobre la vida de la premio Nobel Toni Morrison, se inspiró en una colección de textos que le había gustado mucho, New Daughters of Africa: An International Anthology of Writing by Women of African Descent. E incluyó, además del castellano, el portugués, el francés y el inglés que se hablan en América Latina y el Caribe, varios idiomas nativos.
La organización de Daughters of Latin America, que tiene una versión en español, Hijas de América Latina, gira alrededor de 13 secciones tal como 13 son las lunas sagradas mayas: luna grácil, sagaz, cósmica, exaltada, ancestral, acuosa, etérea, luminosa, chamánica, sinuosa, liminal, magnética y suprema. En lengua kaq’chikel, la palabra Oxlajuj, trece, es un número sagrado, y en la tradición maya significa dios. De Sor Juana Inés de la Cruz a Rita Segato, pasando por Gioconda Belli, Cristina Rivera Garza, Jamaica Kincaid, Gabriela Mistral, Alejandra Pizarnik, Elena Poniatowska, Sandra Cisneros y Sara Gallardo, 139 autoras se acomodan en esas categorías de lunas.
El libro, que Guzmán dedicó “a todas las matriarcas que me criaron”, abre con una introducción, “Una ceremonia literaria”, en la cual describe sus eclécticos contenidos. Estos son algunos fragmentos del texto:
Hijas de América Latina es un caminar por universos luminosos de textos que navegan a través del espacio y el tiempo, de géneros, estilos y tradiciones. Esta titánica antología, que establece un nuevo canon literario, abarca más de cinco siglos de la palabra escrita y oral, que contienen y rescatan la sabiduría, la memoria y el ADN de tradiciones más antiguas que el tiempo mismo.
Algunas de las Hijas incluidas en este volumen lo han arriesgado todo para escribir: se enclaustraron en conventos, escaparon de las balas y de la violencia doméstica, o vivieron y murieron escondidas en el clóset. Lucharon en revoluciones junto a hombres guerrilleros. Fueron encarceladas, hostigadas, asesinadas, torturadas, esclavizadas y exiliadas. Una de ellas vendió su cuerpo para comprar lápiz y papel, y así plasmar el cortante testimonio de su vida transcurrida en una favela en Brasil; otra escribió bajo un pseudónimo masculino para poder criticar al patriarcado y la Iglesia católica durante el siglo XIX.
Estas mujeres escribieron y escriben para desafiar los mismos poderes, estructuras e instituciones que intentaron e intentan desaparecerlas y silenciarlas. Escriben para crear su propio ser, para protestar, para recuperar la memoria, para celebrar y para sanar. Escriben para iluminar y para liberarse, y en el proceso, nos ayudan a liberarnos.
América Latina, una región del mundo que ha estado en perpetuo conflicto desde que los cañones de la Corona española llegaron a invadirla en 1492, ha sido la cuna de importantes conversaciones en torno al intelecto de la mujer, a sus derechos y libertades, y a cómo vivir en un sistema que no nos acepta como seres completos, capaces de liderar países y comunidades, estudiar y desarrollar al máximo nuestro potencial humano. Los textos compilados en Hijas de América Latina recuperan la memoria, crean significado, iluminan, construyen comunidades y las protegen, engendran espacios sagrados y seguros. Los escritos de estas Hijas hacen y rehacen el mundo. Sus palabras obligaron y obligan al cambio.
Esta obra precursora de alcance internacional acoge a 139 Hijas de América Latina: ancestras y contemporáneas de ascendencia o identidad latinoamericana y del Caribe, con raíces en 50 naciones, y asentadas en cientos de ciudades, pueblos y comunidades alrededor del mundo. Hijas conectadas por un cordón umbilical cósmico que nos ata a las tierras sagradas de nuestras ancestras.
La más joven tiene 27 años y la mayor, 92. Han escrito en 21 idiomas, incluyendo 18 lenguas originarias de las Américas. Entre ellas, hay dramaturgas, poetas, novelistas, cuentistas, escritoras de memorias, cantautoras, ensayistas, periodistas y académicas; varias han sido becarias de las fundaciones Guggenheim y MacArthur, una buena cantidad ha ocupado las listas de los libros más vendidos del New York Times y una es miembro del Congreso de los Estados Unidos; hay ganadoras, entre otros, de los premios Pulitzer, Grammy, Goldman, Cervantes, Sor Juana Inés de la Cruz y Alfaguara; una fue galardonada con un León de Oro en la Bienal de Venecia, tres son poetas laureadas de los Estados Unidos y dos recibieron el Premio Nobel de Literatura: una el oficial y la otra el alternativo de 2018.
Este volumen incluye poemas, epístolas, obras de teatro, canciones, cantos, oraciones, fragmentos de novelas, cuentos, entradas de diarios, ensayos líricos y personales, opiniones y discursos. Algunas de estas mujeres han difundido sus obras solo localmente en libros artesanales autopublicados; otras tienen catálogos de más de cuarenta libros en grandes casas editoriales. Una contribuidora, la ancestra Mazateca María Sabina, un prodigio literario que “curaba con el lenguaje”, no escribía ni leía. (...)
Esta antología ha sido inspirada para reunirnos y contrarrestar juntas la invisibilización y los mitos que existen en torno a la literatura y el talento de las mujeres latinas; un junte maravilloso de las poderosas Hijas de América Latina, en donde quiera que estemos alzando nuestras voces. Esta es una colección expansiva que resiste y trasciende los límites y las fronteras geográficas, así como la estrecha visión colona de lo que deben ser las naciones que componen Latinoamérica, y de lo que se considera literatura. Por eso, tiende puentes para conectarnos las unas a la otras: de Chicago a São Paulo, de Loíza a Montevideo, de Portsmouth a Puerto Príncipe, del Bronx a La Habana, de Chiapas a Pointe-à-Pitre, y más allá.
Se considera que Latinoamérica es la región más diversa del mundo; por ejemplo, allí viven más de 130 millones de personas de ascendencia africana y la mayor parte está en Brasil, que a su vez concentra la comunidad japonesa más grande fuera de Japón. Además, en el territorio que hoy llamamos Latinoamérica habitan también naciones ancestrales, con sus propias culturas, maneras de ser, filosofías de vida y cosmovisiones, que coexisten con los Estados nación contemporáneos. Por ende, estas también son las Hijas de los pueblos originarios, de África, de Asia y de la diáspora judía. Son las voces del cosmos que en sus palabras nos entregan la medicina para sanar a este mundo herido. (...)
Algunos de estos textos han atravesado por lo menos dos umbrales lingüísticos para llegar de su lengua materna ancestral al español. Es muy significativo que sus autoras hablen y escriban en las lenguas de sus abuelas. Estas mujeres combaten el lingüicidio y a la vez batallan contra una estadística violenta que da cuenta de la acelerada desaparición de las lenguas ancestrales. Dice Yásnaya Aguilar Gil, lingüista y activista Mixe: «Nuestras lenguas no mueren, son asesinadas».
(...) A las Hijas se les ofreció la posibilidad de contribuir al libro con cualquier visión, cuento, ensayo, meditación, oración o canto que quisieran. El resultado es una sinfonía de temas que abarca el lenguaje, el imperialismo, el género, el pos y neocolonialismo, el vínculo hija/madre, la pérdida, la guerra, la tierra, la memoria, el matrimonio, el abuso policial, el perdón, el vientre, la resistencia, la música, la Negritud, la Indigeneidad, la maternidad, la magia, el aborto, la violencia doméstica, la esclavitud, el desamor, la destrucción del planeta, el poder, la pobreza, los derechos de la mujer, el sexo, el erotismo, el Afrofuturismo Antillano, la comida, la inmigración, la religión, los rituales, el renacer, las ceremonias, la muerte, el placer, el significado de la belleza y el amor. La pérdida y el exilio son la partitura que los conecta.
Sandra Guzmán en Miami Book Fair
Daughters of Latin America: A Conversation: mesa redonda junto con Elizabeth Acevedo, Daína Chaviano, Anjanette Delgado y Esneralda Santiago, con moderación de Soledad O’Brien.
Cuándo: sábado 18 de noviembre, 3 pm
Dónde: Edificio 2, Sala 2106, en el Campus Wolfson del Miami-Dade College, en Downtown Miami (300 NE Second Ave, Miami, FL 33132) y en línea
Cuánto: evento gratuito