Las autoridades de Anchorage, la ciudad más grande de Alaska, están enfrentando una creciente crisis por el aumento en la mortalidad de personas sin hogar. Durante la última semana fue reportado el fallecimiento de cuatro personas, incrementando a 49 el número de muertes de personas en situación de calle en lo que va del año, la cifra más alta registrada en comparación con las 24 muertes de 2022.
Estos decesos coinciden con el retorno del clima invernal a la ciudad, que en los últimos días experimentó una tormenta que dejó más de 60 centímetros de nieve en 48 horas. La disminución en la disponibilidad de refugios y la presencia del fentanilo, han sido identificados como factores clave detrás de este incremento y la situación se agrava con la llegada del invierno y temperaturas que descienden bajo cero, reportó The New York Times.
De los cuatro fallecidos recientemente, una mujer murió mientras dormía tras incendiarse su refugio y otros tres hombres fueron hallados sin vida en distintos puntos de la ciudad, incluyendo el acceso a una tienda y otro cerca de la biblioteca principal de Anchorage, durante las primeras semanas de noviembre, según el reporte de CBS News.
El dilema se agudiza aún más ante una capacidad de albergue de solo 524 plazas por noche, en contraste con una estimación de alrededor de 900 personas requiriendo un sitio donde resguardarse. Ante la crisis, el alcalde, Dave Bronson, propuso el martes 14 de noviembre, expandir un refugio de 150 a 200 camas, pero las instalaciones ya no permiten un aumento adicional, según advirtieron los funcionarios de la ciudad.
“Realmente nos estamos quedando sin opciones en términos de ubicaciones y operadores”, dijo al diario neoyorquino Alexis Johnson, coordinadora de personas sin hogar de Anchorage.
Meg Zaletel, directora ejecutiva de la Coalición de Anchorage para Acabar con las Personas sin Hogar, hizo énfasis en la necesidad de comprender mejor todos los factores que podrían estar contribuyendo a las muertes, que van más allá de sólo el espacio para refugios y la atención médica que ofrecen.
El transporte para llegar a esos servicios es uno de ellos y resaltó que dos de las personas que murieron recientemente en la ciudad, utilizaban sillas de ruedas y no alcanzaron a llegar. Por otro lado, está la falta de priorización a las personas más vulnerables, como adultos mayores o pacientes con condiciones médicas graves que no siempre podían acceder a los limitados cupos de los refugios.
Zaletel, quien también hace parte de la Asamblea de Anchorage destacó que “es sólo el comienzo del invierno” por lo que aún “Tenemos la capacidad de corregir el rumbo y tomar el camino correcto”, citó The New York Times.
Por su parte, Félix Rivera, miembro de la Asamblea de Anchorage que preside el Comité de Vivienda y Personas sin Hogar, anunció a la CBS, que la ciudad ideó una solución a corto plazo añadiendo camas en refugios temporales, aunque hizo énfasis en que la única manera de evitar más muertes es construyendo más viviendas.
“Vamos a hacer lo que sea necesario para asegurarnos de que la gente no muera afuera, pero si no nos enfocamos en la solución permanente, entonces una curita será peor”. Y advirtió que “en algún momento nos vamos a quedar sin fondos para poder seguir haciendo este tipo de cosas”.
El fentanilo y el invierno
Funcionarios de Anchorage confirmaron al New York Times que el aumento en el número de muertes entre los residentes sin hogar este año está en parte relacionado con sobredosis por fentanilo, complicado por el hecho de que muchos se han dispersado tras el cierre de establecimientos como el estadio Sullivan Arena, lo que dificulta la prestación de servicios.
El Sullivan Arena, que durante la pandemia del coronavirus se adaptó como refugio de emergencia, acogió a cientos de personas sin hogar. Con la decisión de los funcionarios de cerrarlo esta primavera, los afectados se vieron en la calle sin alternativas de alojamiento luego de que los líderes políticos no lograran establecer un plan alternativo adecuado.
Además, se espera un descenso de las temperaturas a valores de un solo dígito para el próximo fin de semana, aumentando la urgencia de las medidas de protección para los más vulnerables. La ciudad, que ya muestra un récord histórico en precipitaciones nevadas para esta fecha, sigue buscando soluciones para evitar más pérdidas humanas, mientras la comunidad y los servicios de emergencia enfrentan los retos de una de las peores tormentas en décadas, según publicó CBS News.