La ciudad de Seattle en Washington busca convertirse en líder global en la energía de fusión con cinco compañías clave en la carrera. Esta región de los Estados Unidos está ganando terreno en la búsqueda de una fuente de energía limpia, sostenible y potencialmente revolucionaria, que promete ser un avance crucial en un mundo cada vez más dependiente del carbono y que enfrenta el rápido aumento de la temperatura global.
Esta alternativa en la que los núcleos de los átomos se fusionan para liberar energía, promete una propulsión prácticamente ilimitada y sin emisiones, sin los subproductos radiactivos que producen las plantas nucleares actuales basadas en la fisión.
En palabras de Mike Sexsmith de General Fusion durante la conferencia Seattle Fusion Week, recogidas por Axios: “Existe un ‘gran premio’ por desarrollar y comercializar la energía de fusión”. Sin embargo, aún subsisten desafíos para establecer una reacción de fusión eficiente que genere más energía de la que consume.
La promesa del mercado de la energía de fusión ha capturado la atención incluso de personalidades como el fundador de Microsoft, Bill Gates, el fundador de Amazon, Jeff Bezos y el inversor estadounidense Sam Altman. Según Bloomberg, la energía de fusión, podría representar un mercado de USD 40 mil millones de dólares a nivel global.
Qué es la energía de fusión
Se trata de una forma de generación de energía que ocurre cuando los núcleos atómicos se unen o fusionan para formar un átomo más grande. Este método es el mismo que alimenta al sol y a las estrellas.
La fusión nuclear tiene el potencial de ser una fuente ilimitada y libre de emisiones de dióxido de carbono, lo que la hace atractiva como una posible solución a la crisis energética y al cambio climático. Sin embargo, lograr una reacción de fusión controlable y sostenible ha sido un desafío técnico y científico muy grande.
Las dos formas más estudiadas de fusión son la fusión de deuterio-deuterio y la fusión de deuterio-triti. Esta última es actualmente la más avanzada tecnológicamente y la que potencialmente generaría mayor producción de energía.
Uno de los proyectos más relevantes en este campo es el Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER), un esfuerzo de colaboración internacional para construir el mayor dispositivo de fusión del mundo en Francia, con el objetivo de demostrar la viabilidad de la fusión como fuente de energía.
Proyectos en marcha en Seattle
En septiembre de 2023, la empresa Helion Energy, con sede en Everett, Washington, anunció que estaba construyendo una planta de energía de fusión de 500 megavatios para proporcionar electricidad a Nucor, el principal productor de acero de Estados Unidos. Se espera que la planta comience a funcionar en 2030.
Helion también planea construir un reactor de fusión para vender electricidad a Microsoft en 2028, lo que podría constituirse como el primer acuerdo de compra de energía de fusión del mundo.
La región de Seattle también alberga otras empresas importantes, como Zap Energy, que en lo que va de 2023 ha obtenido USD 5 millones de dólares para su programa de Desarrollo de Fusión Basado en Hitos del Departamento de Energía de los Estados Unidos.
También se encuentran Avalanche Energy, que está enfocado en la creación de pequeños núcleos de fusión para propulsar vehículos submarinos y espaciales, entre otros. ExoFusion, que busca mejorar la eficiencia en los dispositivos de fusión y Kyoto Fusioneering, que trabaja en las tecnologías esenciales para el proceso de fusión, incluyendo técnicas seguras y eficientes para el manejo del tritio, un isótopo de hidrógeno necesario en los reactores de fusión.
El apoyo de la academia
La universidad de Washington, la universidad estatal del mismo estado y el laboratorio nacional del noroeste del Pacífico son una pieza crítica del ecosistema de fusión de la región, según Michael Campbell, experto en física de plasmas y ciencias láser.
“Mire el sol. Es la fuente de toda la vida”, dijo Campbell en entrevista con Axios en la que explicó el objetivo de la investigación de la fusión en los términos más simples: “Lo que estamos tratando de hacer es hacer que el sol esté en la Tierra”. Según Campbell, el rol de la comunidad, los ambientalistas y los legisladores es fundamental en el avance de la fusión, así como la necesidad de que las universidades y escuelas profesionales formen trabajadores en este sector.
No obstante, existe un escepticismo considerable hacia algunas de las afirmaciones de las nuevas empresas de fusión y preocupación de que el entusiasmo por esta tecnología esté desviando fondos de fuentes de energía limpia más probadas, como el viento, el agua y la energía solar.