La empresa de cotrabajo estadounidense WeWork se declaró este lunes en bancarrota, tras años de problemas financieros que la llevaron a acarrear una deuda de más de 10.000 millones de dólares.
En un comunicado, la compañía anunció este lunes su decisión de acogerse al Capítulo 11 de la ley de bancarrota de Estados Unidos ante un tribunal en Nueva Jersey.
De acuerdo con documentos presentados ante el Judicial, la empresa, fundada en 2010 por el empresario israelí Adam Neumann, tiene una deuda que está entre los 10.000 y 50.000 millones de dólares.
WeWork detalló que ya entró en un acuerdo de restructuración de deuda con los acreedores que tienen más de un 92% de sus pagarés garantizados, que incluye reducir su portafolio de arrendamientos comerciales, mientras se centra en “la continuidad de su negocio”, según el comunicado.
“Seguimos comprometidos con invertir en nuestros productos, servicios y en nuestros equipo de empleados”, señaló el director ejecutivo de la compañía David Tolley, en el escrito.
La empresa, que ofrece espacios de trabajo compartido, agregó que espera poder continuar con sus operaciones a nivel global y aclaró que la decisión de acogerse a la ley de bancarrota no afectará las franquicias de WeWork fuera de EEUU y Canadá.
Los problemas financieros de la empresa, que alcanzó a estar valorada en 47.000 millones de dólares en 2019 tras una inyección de capital privado por parte de firmas como Softbank o Goldman Sachs, comenzaron a raíz de la pandemia del coronavirus, cuando el modelo de trabajo remoto comenzó a popularizarse en EEUU.
“La compañía ha sufrido turbulencias desde que sus planes de salir a bolsa en 2019 implosionaron tras el escepticismo de los inversores sobre su modelo de negocio de tomar alquileres de largo plazo y alquilarlos a corto plazo y las preocupaciones sobre sus elevadas pérdidas”, indicó la semana pasada la agencia Reuters en un adelanto sobre la noticia.
“Los problemas de WeWork no se redujeron en los años siguientes. Finalmente consiguió salir a bolsa en 2021 con una valuación muy reducida. Su principal patrocinador, el conglomerado japonés SoftBank, invirtió decenas de miles de millones para apuntalar la startup, pero la empresa ha seguido perdiendo dinero”, se precisó.
WeWork planteó en agosto “dudas sustanciales” sobre su capacidad para seguir operando, y numerosos altos ejecutivos, incluido el CEO Sandeep Mathrani, han abandonado la empresa este año.
La compañía afirmó entonces que se focalizaría durante el próximo año en reducir los costos de alquiler, negociar alquileres más favorables, aumentar los ingresos y recaudar dinero.
“Seguiremos invirtiendo en nuestra oferta de productos y al mismo tiempo tomaremos las medidas necesarias para reducir los costos de alquiler y arrendamiento. Nuestros miembros siguen siendo nuestra prioridad y, independientemente de las acciones a corto plazo que podamos tomar, continuaremos operando y sirviéndoles a largo plazo”, dijo un representante de WeWork en un comunicado.
(Con información de EFE)