La compañía Walt Disney ha presentado serias acusaciones contra el gobernador de Florida, Ron DeSantis. Según un informe de EFE, la empresa alega que el gobernador está involucrado en una violación constitucional en curso, una acusación que ha sacudido el panorama político y empresarial de Florida.
El documento presentado por Disney en una corte federal en Florida es revelador. Los abogados de la empresa, en su escrito, argumentan con vehemencia que DeSantis, junto con sus aliados políticos, están en una clara violación de la Primera Enmienda.
Según Disney, el gobernador y su equipo intentan usar el poder oficial para castigar y silenciar puntos de vista políticos que no coinciden con su agenda. Esta acción, según los abogados de Disney, no solo carece de fundamento legal, sino que también es contraria a los valores fundamentales sobre los que se construyó Estados Unidos.
Pero, ¿cómo llegaron Disney y DeSantis a este punto de confrontación? La raíz del conflicto se remonta a una crítica realizada por un exejecutivo de Disney. Esta crítica estaba dirigida hacia una ley estatal que prohíbe la discusión de temas relacionados con la identidad de género y orientación sexual en las aulas escolares de Florida. Esta ley, que ha sido objeto de controversia desde su introducción, ha sido denominada por sus detractores como No digas gay, según informó Univision.
La respuesta de DeSantis a esta crítica fue rápida y contundente. En un movimiento que muchos vieron como una represalia directa contra Disney, DeSantis decidió reemplazar el Distrito de Mejoramiento de Reedy Creek (Distrito de Supervisión del Turismo de Florida Central).
Este distrito ha sido fundamental para Disney, otorgándole autonomía sobre sus parques temáticos en Florida desde la década de 1960. En su lugar, DeSantis estableció el Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central, una entidad cuya junta directiva está compuesta en su totalidad por miembros designados por el gobernador, como se reportó en Univision.
Esta acción por parte de DeSantis fue vista por Disney como una “represalia rápida y severa”, según fuentes de EFE. En respuesta, la compañía decidió presentar una demanda contra la administración estatal, alegando que sus derechos estaban siendo violados.
Las tensiones entre Disney y DeSantis no muestran signos de disminuir. En una entrevista realizada en agosto, DeSantis se dirigió al actual presidente ejecutivo de Disney, Bob Iger. El gobernador sugirió que Iger debería considerar abandonar la demanda y aceptar el término de los “privilegios especiales” que, según el gobernador de Florida, han sido otorgados a Disney durante décadas
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