Para combatir la amenaza de futuras tormentas como el huracán Sandy, que afectó gravemente a Nueva York hace 11 años, se están aplicando dos planes distintos para fortalecer la protección norte de la ciudad contra las inundaciones. Actualmente, se construye una barrera de diques y unas compuertas a lo largo de la costa, desde el parque East River (FDR) hasta el centro recreativo Asser Levy, cerca de la calle 25.
Estas enormes compuertas de acero, parecidas en tamaño a un vagón de metro, pueden cerrarse como una puerta convencional o moverse lateralmente sobre rieles, informó Curbed, qué también detalló cómo protegerán a la Gran Manzana.
Rohit Aggarwala, comisionado del Departamento de Protección Ambiental de la ciudad y su principal responsable en materia climática, explicó que la pared de la inundación se ubica como un rastro aproximado de la vía externa del FDR, y no se sitúa precisamente en la línea de agua.
Estas compuertas tienen una base que se extiende profundamente y contiene barreras impermeables para evitar la infiltración de agua desde debajo. Aunque están diseñadas para durar 100 años, su vida útil dependerá de cuántas tormentas se presenten en el futuro.
Las compuertas más al norte, cerca de Asser Levy, son piezas robustas de acero, y aunque parecieran necesitar ayuda mecánica para moverse, solo requieren del empuje de algunas personas para cerrarlas y abrirlas, según explica Aggarwala.
Sin embargo, aunque estas compuertas parecen una solución robusta, no serán capaces de combatir todos los tipos de tempestades. Por ejemplo, no podrán hacer nada frente a las fuertes lluvias, como la tormenta Ophelia de septiembre pasado, que causó inundaciones desde arriba, no desde cruzar la barrera, señaló Curbed.
La idea de las compuertas es parte de un enfoque de diseño más rígido para la defensa costera, en contraposición a la estrategia menos contundente de suavizar la línea de costa para absorber las crecidas de las tormentas. Esto último implica la elevación del parque East River para crear un montículo capaz de resistir la fuerza del agua durante las tormentas, a pesar de la pérdida de gran parte de los árboles del parque y su singular anfiteatro.
De hecho, existe frustración entre los residentes neoyorquinos por el muro de la inundación, un rígido muro de concreto, una vez que comiencen a interactuar con él en la vida real.
Aggarwala reconoce que se deberá optar por soluciones más discretas para no bloquear la vista al mar en otros lugares, como el South Street Seaport. Pese a todo, recalca que habrá ciertas pérdidas inevitables a medida que se adaptan las ciudades al cambio climático. Mientras tanto, el proyecto actual avanza hacia su finalización prevista para 2026, y las primeras compuertas en el East Side ya están en su lugar.