Millones de cangrejos de nieve en Alaska desaparecieron en los últimos años como consecuencia de las elevadas temperaturas oceánicas desencadenadas por el cambio climático. Un reciente estudio reveló que las olas de calor marinas de 2018 y 2019, generaron complicaciones en la alimentación de estos crustáceos de agua fría, creando un evento de mortalidad masiva.
Este hallazgo fue anunciado pocos días después de que el Departamento de Pesca y Caza de Alaska cancelara la temporada de cosecha del cangrejo de nieve por segundo año consecutivo, debido al alarmante declive de estos animales en las frías aguas del Mar de Bering, confirmó The Independent.
La investigación adelantada y publicada por científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) mostró un vínculo significativo entre las recientes olas de calor marino en el Mar de Bering oriental y la repentina disminución de los cangrejos de nieve.
En entrevista con CNN, el biólogo pesquero de la NOAA y autor principal del estudio, Cody Szuwalski, explicó que la “desaparición” de la especie marina empezó a evidenciarse en 2021, cuando las mediciones del número de cangrejos llegó a su nivel más bajo desde los primeros registros en 1975.
“Cuando recibí los datos de la encuesta de 2021 por primera vez, me quedé boquiabierto. Todo el mundo esperaba y rezaba para que se tratara de un error en la encuesta y que el año que viene se vieran más cangrejos” contó el experto al medio “Y luego, en 2022, fue más bien una resignación que este sería un largo camino”
El estudio reveló que el calentamiento oceánico estaría afectando el equilibrio de estos animales, que suelen habitar en zonas con temperaturas inferiores a los 2 grados Celsius y sólo logran sobrevivir a un máximo de 12 grados Celsius.
Cambio climático
Los científicos de la NOAA lograron establecer que ante los cambios sufridos en su hábitat, las necesidades energéticas y alimentarias de los cangrejos se cuadruplicaron tras la primera ola de calor marino en 2018, llevando a que estos animales enfrentaran problemas para alimentarse adecuadamente y para mantener su consumo calórico.
Durante este periodo de calor, otras especies, como el bacalao del Pacífico, que normalmente no llegan hasta el hábitat extremadamente frío de los cangrejos, pudieron movilizarse hasta allí y se comieron gran parte de la población restante de los crustáceos.
En palabras de Kerim Aydin, coautor del estudio y biólogo de investigación pesquera del Centro de Ciencias Pesqueras de Alaska de la NOAA, a CNN, “Cuando llegó la ola de calor, creó una enorme cantidad de hambruna. Es posible que otras especies se hayan mudado para aprovecharlo, y luego, cuando pasó la ola de calor, las cosas tal vez hayan vuelto un poco más a la normalidad, aunque los cangrejos tienen un largo camino para superar eso incluso en tiempos normales”.
El incremento de las temperaturas en la región ártica ha sido cuatro veces mayor que en otras partes del mundo, originando una rápida reducción del hielo marino, especialmente en el Mar de Bering de Alaska, contribuyendo en cadena, aún más, al incesante calentamiento del planeta.
“La gran conclusión para mí del artículo, y de toda la experiencia en general, es que históricamente, los científicos pesqueros habían estado muy preocupados por la sobrepesca; esta ha sido nuestra ballena blanca, y en muchos lugares realmente resolvimos eso con gestión”, explicó Szuwalski. “Pero el cambio climático realmente está arruinando nuestros planes, nuestros modelos y nuestros sistemas de gestión” alertó.
Además de los cangrejos, otras especies como salmones, aves marinas y focas también sufrieron la ola de calor y el desplome de la cadena alimenticia. Los científicos temen que a medida que las temperaturas oceánicas siguen aumentando, la ecología del Mar de Bering probablemente experimentará cambios irreversibles en su composición.
La debacle de los cangrejos de nieve representa también un duro golpe para las comunidades locales que dependen de su pesca, como la Isla de San Pablo, que declaró una emergencia cultural, económica y social debido al cierre de la pesquería.