Hay alerta por la confirmación de los primeros casos de gripe aviar (HPAI H5N1) en zonas remotas de la Antártida, tras el análisis de muestras tomadas por el personal del British Antarctic Survey (BAS) a aves marinas Skua Marrón, que presentaban una extraña sintomatología, asociada a una gran mortandad de la especie en islas de Georgia del Sur.
Luego de ser enviados al Reino Unido, los análisis de la Agencia de Sanidad Animal y Fitosanitaria, confirmaron positividad para HPAI H5N1. La enfermedad habría sido introducida, con alta probabilidad, por las aves que regresaban de su migración a América del Sur, donde han muerto por esta patología, cerca de 500.000 aves marinas y 20.000 leones marinos sólo en Chile y Perú.
En respuesta al brote de H5N1, el Gobierno de las Islas Sandwich del Sur y Georgia del Sur se mantienen en alerta para detectar más casos, ante el temor de que la enfermedad se propague por las densas colonias de aves y mamíferos presentes en la zona. Además, mantienen en vigor medidas de bioseguridad mejoradas en sus programas de ciencia y visitantes, según confirmó la British Antarctic Survey.
Actualmente, las estaciones de investigación sobre gripe aviar en Bird Island, Georgia del Sur, donde se identificaron los casos, han suspendido gran parte del trabajo de campo que involucra la manipulación de animales para implementar medidas de bioseguridad, que incluyen la limpieza intensificada de ropa y equipos de campo.
Qué es la Gripe Aviar
También conocida como influenza aviar, es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a diversas especies de aves, tanto domésticas como silvestres. La infección se manifiesta de formas que varían desde asintomáticas o leves hasta más graves, con síntomas que incluyen falta de energía o apetito, disminución de la producción de huevos, problemas respiratorios y, en casos graves, la muerte.
Esta enfermedad es causada por virus de la familia Orthomyxoviridae del tipo Influenza A. Existen muchas cepas, algunas de las cuales pueden propagarse a los seres humanos, causando preocupaciones de salud pública a nivel global.
Los brotes en aves de corral pueden tener un gran impacto económico debido a la muerte masiva y a las medidas de control que se implementan para limitar la propagación del virus, como el sacrificio de animales afectados y en riesgo. La transmisión generalmente ocurre a través del contacto directo entre aves o entre aves y superficies contaminadas, incluso, algunas cepas del virus también pueden transmitirse a través del aire.
Es importante señalar que, aunque los casos de transmisión de aves a humanos son relativamente raros, algunas variaciones del virus, como H5N1 y H7N9, han causado enfermedad grave e incluso la muerte en las personas infectadas.
La mayoría de las contagios en humanos han ocurrido después de un contacto directo o cercano con aves infectadas o superficies contaminadas con sus excreciones. No obstante, la transmisión sostenida de persona a persona de estos virus es limitada y no se ha observado una propagación eficiente entre humanos.
Temor de una propagación
Uno de los mayores temores expresados por científicos, tiene que ver con el impacto potencial del virus H5N1 en la fauna aislada de la región antártica, en especial, la población de pingüinos y focas que nunca han estado expuestos a esta letal enfermedad antes.
Según la doctora Meagan Dewar, presidenta de la Red Antártica de Salud de la Vida Silvestre y autora principal del informe, las alarmas están encendidas ante la posibilidad de una “falla catastrófica de la reproducción” en la frágil fauna de la región con un “impacto devastador en muchas especies de vida silvestre” dijo a The Guardian.
Con respecto a las poblaciones de aves y mamíferos en la Antártida y sus islas adyacentes, la Organización de la Red de Expertos en Gripe Aviar de la Organización Mundial de la Salud Animal, advirtió sobre una “transmisión eficiente del virus” en esa región, hogar de más de 100 millones de aves, seis especies de pinnípedos como focas y morsas y 17 especies de cetáceos, confirmó CNN.