La gobernadora de Maine, Janet Mills, confirmó este jueves que 18 personas murieron y otras 13 resultaron heridas en el doble tiroteo registrado la víspera en Lewiston, la segunda ciudad de ese Estado.
En un primer momento algunos medios habían elevado hasta los 22 la cifra de fallecidos por ese ataque, cuyo presunto autor ha sido identificado como Robert Card, un militar en la reserva que sigue sin ser localizado y está siendo buscado por cientos de agentes.
Los sucesos se produjeron hacia las 18:56 hora local (22:56 GMT) del miércoles en una sala de bowling (bolera) y un restaurante de la ciudad, la segunda más grande del estado, con cerca de 40.000 habitantes.
En la bolera atacada había esa noche una competición juvenil, pero las autoridades locales no han dado detalles sobre la edad de las víctimas.
Se cree que el sospechoso, de 40 años, “está armado y es peligroso”. Se ha pedido a la población local que siga la orden de ponerse a resguardo y por eso este jueves se han suspendido las clases.
Las fuerzas del orden locales no han facilitado muchos detalles sobre la situación. Todos los esfuerzos están centrados en la búsqueda del sospechoso, quien no se descarta haya cruzado ya a otro estado.
La investigación por homicidio está en su fase inicial, según dijo en conferencia de prensa el coronel William Ross, de la Policía de Maine.
Card afronta de momento ocho cargos por asesinato, porque esa es la cifra de víctimas ya identificadas, pero se espera que el número de cargos iguale al de fallecidos.
El coche del posible autor fue localizado en Lisbon, a unos 12 kilómetros de Lewiston.
Uno de los locales donde Card disparó a los presentes el miércoles, la bolera Just-In-Time, lamentó el ataque y la pérdida de vidas.
“Nada de lo que está sucediendo parece real, pero desafortunadamente lo es”, escribió el negocio en su cuenta de Facebook. “Perdimos a miembros increíbles y de buen corazón que pertenecían a nuestra comunidad y a nuestra familia de aficionados a los bolos. No hay palabras que puedan arreglar esto”.
El Departamento de Justicia confirmó que agentes del FBI, de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y del Servicio de Marshals están dando apoyo a las autoridades locales en la investigación y la búsqueda del sospechoso y en la asistencia a las víctimas.
El documento, que circuló entre los efectivos de los cuerpos de seguridad, indicaba que Card pasó dos semanas internado en un centro de salud mental durante dos semanas a mediados de año. No ofreció detalles específicos sobre el tratamiento que recibió ni su estado, pero apuntó que reportó que “escuchaba voces y amenazas de disparar”. El número de teléfono que aparece a su nombre en los registros públicos se encontraba fuera de servicio.
El tiroteo en la segunda ciudad del estado es la 36ta masacre en Estados Unidos en lo que va del año, de acuerdo con una base de datos mantenida por la Associated Press y el diario USA Today en sociedad con la Universidad Northeastern. La base de datos incluye todas las matanzas desde 2006 en las que murieron cuatro o más personas, sin contar el agresor, en un lapso de 24 horas.
(con información de EFE y AP)