El congresista republicano Jim Jordan consiguió este viernes una segunda oportunidad al ser elegido por su partido como el candidato a liderar la Cámara de Representantes de Estados Unidos, cargo vacante desde que el también conservador Kevin McCarthy fue destituido el pasado 3 de octubre.
El presidente del Comité Judicial de la Cámara ya se había postulado en la anterior votación interna, en la que ganó Steve Scalise, pero la renuncia de este último el jueves abrió de nuevo la liza, en la que Jordan se impuso con 124 votos a Austin Scott, que obtuvo 81.
En la anterior votación, el miércoles, Scalise logró 113 votos y Jordan 99, pero ese estrecho margen ya anticipaba que el primero lo iba a tener complicado y decidió dar un paso atrás al constatar que en la votación final en el pleno de la Cámara Baja no iba a obtener entre sus compañeros de bancada los 217 apoyos necesarios.
Scalise no tenía garantizado el favor del ala más radical del partido, la misma que impulsó la moción en contra de McCarthy, presentada por Matt Gaetz.
Cuando la contienda estuvo entre Scalise y Jordan, este último obtuvo el respaldo público del ex presidente Donald Trump (2017-2021). En 2021, cuando aún estaba en la Casa Blanca, Donald Trump había entregado a Jordan la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor civil de Estados Unidos, por ser uno de sus mayores aliados en el Congreso.
El ex mandatario alegó después que aunque le gustaban los dos, Scalise, que está bajo tratamiento por un cáncer de sangre, debería centrarse en su salud en lugar de intentar aspirar a “speaker”, nombre con el que se conoce a ese puesto en inglés.
Jim Jordan, de 59 años y representante del cuarto distrito de Ohio, sostiene que dio el paso de presentarse a la elección convencido de que se necesita a alguien que pueda “unir al equipo” y de que él es la persona adecuada para reparar la grieta entre republicanos radicales y moderados y cumplir después las promesas lanzadas a los estadounidenses.
En ese eventual mandato también ha prometido proteger a los moderados y no ponerlos en situaciones difíciles, a diferencia de McCarthy, obligado a concesiones ante las presiones que los más radicales le exigían.
Tras su nominación se abre ahora un nuevo periodo de negociaciones en los que deberá intentar garantizarse dentro de su bancada los 217 votos antes de someter su candidatura al voto de todo el hemiciclo.
Los demócratas han propuesto a su líder en la Cámara, Hakeem Jeffries, que el pasado enero también se postuló para presidir la institución, en esa ocasión contra McCarthy.
La presidencia interina la ocupa de momento el conservador Patrick McHenry, pero hasta que no haya un nuevo “speaker” no se pueden aprobar nuevas resoluciones o proyectos de ley en un momento en que deben cerrarse los presupuestos del actual año fiscal y en que está pendiente autorizar más ayuda a Ucrania o a Israel.
(Con información de EFE)