A pesar de que anhelan escalar puestos de liderazgo en las empresas, las mujeres continúan quedando atrás de los hombres. En 2022, solo 87 mujeres fueron promovidas a un cargo gerencial por cada 100 hombres: así lo refleja el informe Women in the Workplace de LeanIn.Org y McKinsey & Co.
Este estudio, que basó sus hallazgos en investigaciones realizadas en 276 empresas de Estados Unidos y Canadá e incluyó una encuesta a más de 27.000 empleados de 33 compañías, detectó un incremento mínimo en la cantidad de mujeres ascendidas: de 86 por cada 100 hombres en 2021 a 87 en 2022. No obstante, las trabajadoras continúan siendo eclipsadas en las promociones, aunque solicitan estos avances al mismo ritmo que los hombres.
Sheryl Sandberg, la ex directora operativa de Meta y fundadora de LeanIn.Org, señaló en entrevista con Bloomberg que una razón de esta brecha es que los hombres suelen ser promovidos en función de su potencial, mientras que a las mujeres se les exige demostrar su valía antes de obtener el ascenso.
El panorama es aún más adverso para las mujeres afroamericanas, quienes han experimentado las tasas más bajas de promoción en comparación con los hombres en los últimos cinco años. Según el mismo informe, por cada 100 hombres promovidos durante el último año, solo 54 mujeres negras lograron el mismo avance, una caída significativa desde 96 en 2021.
A pesar de las promesas de contratar a más afroamericanas en respuesta a las protestas de Black Lives Matter, el número actual se acerca más a las 58, cifra de 2018 y 2019.
Además, el estudio encontró que los hombres consiguen muchos más beneficios del trabajo en oficinas, en comparación con sus colegas femeninas. Rachel Thomas, cofundadora y CEO de LeanIn.Org, afirmó que los hombres reportan recibir más mentorías y patrocinios que las mujeres cuando están en el sitio, lo que los hace sentir más “informados”.
Thomas sugiere que las empresas necesitan capacitar mejor a los gerentes para evaluar a los trabajadores con horarios flexibles y replantear las revisiones de rendimiento para enfatizar los resultados, no cuándo y dónde se realiza el trabajo. A su vez, Sandberg lamentó que haya tantas ideas erradas acerca de las razones por las que mujeres demandan flexibilidad en su centro de trabajo. “La percepción se centra en que las mujeres son perezosas, están descontentas, exigen flexibilidad, en lugar de pensar cómo esa flexibilidad puede alimentar su ambición laboral. Es realmente desafortunado”, dijo.
Finalmente, el informe reveló que las mujeres son más ambiciosas ahora que antes de la pandemia, con alrededor del 80% expresando su deseo de promoción en comparación con el 70% en 2019.