La prohibición de cuatro aditivos alimentarios ya es ley en California, Estados Unidos. Esta norma, que entrará en vigor en 2027, tiene como objetivo detener la fabricación, venta o distribución de bromato de potasio, aceite vegetal bromado, propilparabeno y colorante rojo tres.
La legislación promulgada por el gobernador del estado, Gavin Newsom, es pionera en ese país y afectará a unos 12.000 alimentos, entre los que se encuentran cereales, bebidas y dulces, según confirmó el diario USA Today.
A pesar de estar contenidos en miles de productos en todo el territorio estadounidense, estos aditivos nunca han sido aprobados para el consumo humano por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), por lo que Newsom afirmó que la legislación es “un paso positivo hacia adelante” hasta que la FDA revise y establezca regulaciones nacionales para el uso de estos componentes, reportó el mismo medio.
Jesse Gabriel, senador demócrata en la Legislatura estatal que impulsó la ley, aclaró que la nueva norma “no prohibirá ningún alimento o producto, simplemente obligará a las empresas alimentarias a introducir pequeñas modificaciones en sus recetas y a utilizar ingredientes alternativos más seguros”.
A lo largo de los años, numerosos defensores de la salud han expresado su preocupación por los potenciales padecimientos que pueden ser causados por el consumo de productos que contienen estos aditivos, muchos de los cuales ya están prohibidos en otros países.
Voces en contra
La nueva ley ha generado gran controversia con las asociaciones que representan a los productores de alimentos con estos cuatro aditivos, quienes durante meses se han opuesto a la medida. De hecho, tras la promulgación, la Asociación Nacional de Confiteros acusó a los legisladores de California de “tomar decisiones basadas en frases llamativas en lugar de datos científicos”, argumentando que la firma del gobernador Newsom socavaría la confianza del consumidor y causaría confusión.
Sin embargo, varios estudios reportados por el periódico británico Daily Mail demostraron que más del 10% de los caramelos en Estados Unidos contienen el colorante rojo 3, que causó cáncer en animales de laboratorio en dosis muy elevadas. Más del 80% de los niños menores de dos años, estimó el medio, consumieron alimentos con presencia de dicha sustancia en las últimas dos semanas.
Afectaciones a la salud
El aceite vegetal bromado, otra de las sustancias en la lista, que es fabricado a base de plantas y utilizado para aromatizar, está relacionado con daños en el sistema nervioso tras una exposición prolongada. También se le atribuyen otros padecimientos como dolores de cabeza crónicos, pérdida de memoria y problemas de equilibrio.
El propilparabeno, por su parte, a menudo utilizado como conservante en productos de panadería, generó problemas de fertilidad en ratones. Los estudios demostraron que alteró el estrógeno en las hembras y redujo la cantidad de espermatozoides en los machos.
Por último, el bromato de potasio, también se presente en muchos productos de panadería como una especie de levadura, está más relacionado con la aparición de cáncer de tiroides y de riñón.
No, los Skittles no están prohibidos
Los Skittles son una popular marca de golosinas ampliamente consumidos en Estados Unidos, que se caracterizan por ser piezas pequeñas, duras y redondas, que tienen una variedad de sabores como fresa, limón, naranja, manzana verde y uva. Cada caramelo tiene una cubierta dura por fuera, con una textura masticable y azucarada en el interior.
Según lo reportado por Forbes, a través de las redes sociales se viralizaron publicaciones falsas en las que se aseguraba que los famosos Skittles quedarían prohibidos una vez entrara en vigor la ley promulgada por el Newsom.
La polémica surgió dado que una primera versión de la ley incluía la prohibición del dióxido de titanio, una sustancia encontrada en estos dulces de colores. Pero incluso si el dióxido de titanio hubiera quedado incluido en la nueva norma, cosa que no sucedió, los productores tendrían plazo hasta 2027 para reformular los dulces, eliminar los químicos prohibidos y continuar en el mercado.