El sábodo 7 de octubre marcará el fin del legendario viaje de Stoneman Willie, una momia de 128 años de antigüedad que durante más de un siglo ha sido la estrella en exposición en la funeraria Auman, en Reading, una pequeña localidad del estado de Pensilvania.
En una ceremonia esperada durante más de un siglo por los habitantes de la ciudad, se prevé que la verdadera identidad de Willie, un enigma aún por resolver, sea finalmente revelada y grabada en su tumba, según dio a conocer Sky News.
El misterio que envolvía la verdad detrás de la mítica momia se disipó luego de una meticulosa investigación en los archivos de la ciudad, preparándose así para el descubrimiento formal durante su sepultura, cuando su nombre real pueda ser leído sobre su lápida.
La despedida
Con un traje formal, un moño distinguido y una banda roja que resaltaba sobre su delgado torso, Willie tuvo un último tour por la ciudad. Su ataúd desfiló, en una carroza de motocicleta, por las principales calles de Reading durante las celebraciones del 275 aniversario de la localidad, según reportó New York Post.
En esta misma antesala de su último adiós, el cadáver momificado quedó en exposición durante una semana en la funeraria Auman, donde la comunidad se acercó para rendirle homenaje.
Las expresiones de los residentes estuvieron cargadas de emociones agridulces. Veronica Dangler, contó a medios locales citados por The New York Post que la momia formó parte de su infancia, por lo que visitó de nuevo la funeraria esta semana para darle el último adiós a Willie: “Es un poco triste, la verdad, por todo el tiempo que ha estado con nosotros, pero me alivia que pronto vaya a encontrar un lugar donde pueda descansar” observó.
Más allá de ser un enigmático y notorio personaje, Stoneman Willie se forjó un lugar como un componente central en la narrativa de Reading. “No lo consideramos una momia, lo vemos más bien como nuestro amigo Willie”, expresó el director de la funeraria, Kyle Blankenbiller a Reuters.
Sky News reveló que la funeraria solicitó al estado permiso para conservar el cadáver para monitorear el proceso de embalsamamiento pero le fue negado, por lo que se procedió a planificar la sepultura de Willie que, a lo largo de sus años de exposición, mantuvo su cabello, sus dientes y sus uñas intactos.
La historia de Stoneman Willie
En 1895, Theodor Auman, propietario de la funeraria con su mismo nombre y experto en tanatopraxia (conservación temporal de cadáveres), recibió el cuerpo sin nombre de un hombre de 37 años muerto en prisión.
El difunto, que según datos de National Geographic había sido ingresado en la cárcel bajo el alias de “James Penn” tras ser arrestado por robo, murió de un fallo renal presuntamente inducido por el alcoholismo. Sin embargo, la trama se complica dado que Penn no figuraba en los registros locales.
Intrigado por los resultados de su propio método de preservación, Auman decidió retener el cuerpo embalsamado para observar cómo perduraba su fórmula con el transcurso del tiempo. Esta decisión permitió la preservación de la momia durante más de un siglo, tiempo durante el cual se convirtió en una reliquia local.
A pesar de los intentos por conectar a este hombre con un cierto William Penn, su identidad verdadera sigue siendo un misterio sin resolver. Así lo afirmó George Meiser, distinguido historiador local, en una rueda de prensa reciente en las dependencias de la funeraria.