Estados Unidos se encamina a un cierre parcial del gobierno este fin de semana ante el bloqueo en el Congreso por las exigencias de los republicanos de recortar drásticamente el gasto público.
El nuevo año fiscal estadounidense comienza el 1 de octubre, pero las profundas diferencias en el Partido Republicano sobre el nivel de la deuda federal han impedido la aprobación de las leyes necesarias para mantener el gobierno.
La agencia de calificación Moody’s advirtió esta semana que un cierre sería “negativo para el crédito” de la deuda soberana de Estados Unidos, amenazando su máxima nota y aumentando el riesgo de un alza en los costes de financiación.
Esto es lo que probablemente ocurrirá a partir del domingo si el gobierno de Estados Unidos se paraliza:
Trabajadores federales sin pago
Cientos de miles de empleados federales serían suspendidos sin pago, mientras que los miembros del ejército y otros trabajadores considerados esenciales seguirían trabajando sin cobrar.
La Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales (AFGE, por sus siglas en inglés) estima que un cierre total supondría que casi 1,8 millones de trabajadores no cobrarían durante este período.
Mientras que unos 850.000 trabajadores no esenciales serían suspendidos, según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable.
Una vez que se alcance un acuerdo de financiación, estas restricciones se levantarían y todos los empleados afectados cobrarían con retroactividad, según el AFGE.
Servicios esenciales
Las operaciones clasificadas como esenciales continuarán funcionando.
Sin embargo, muchos servicios se verían probablemente afectados, como las nuevas solicitudes de Seguridad Social y Medicare, las inspecciones de alimentos y los parques nacionales.
Cuanto más dure el cierre, mayor será el impacto.
Economía
Los economistas de Goldman Sachs han estimado que un cierre afectaría al crecimiento económico en el cuarto trimestre en 0,2 puntos porcentuales por cada semana que dure.
La paralización podría tardar entre dos y tres semanas en resolverse, aseguraron los expertos en una nota reciente a sus clientes, “ya que ninguna de las partes parece dispuesta a hacer concesiones inmediatas”.
“Mientras que algunas interrupciones de financiación han terminado muy rápido, el ambiente político previo al plazo es más parecido al de la situación anterior a los cierres más largos del pasado”, añadieron.
Suponiendo que el cierre termine antes de que acabe el año, Goldman estima que el crecimiento se recuperará a principios del próximo año en la misma medida que disminuyó en el cuarto trimestre, mientras que los investigadores de Oxford Economics esperan que se recupere la mitad de la pérdida.
La pérdida de producción de los trabajadores del gobierno costaría al crecimiento económico anual alrededor de 0,1 puntos porcentuales por semana y sería irreversible, según Oxford Economics.
Un cierre también podría tener un impacto indirecto en la economía, ya que los trabajadores federales sin paga empezarían a reducir su gasto.
La Reserva Federal sin datos
Los economistas temen que un cierre también interrumpa la publicación de datos oficiales del gobierno federal.
Esta es una verdadera preocupación para la Reserva Federal de Estados Unidos, que ha dicho que se guiará por los datos para decidir su política monetaria. La Fed ha ralentizado recientemente su ritmo agresivo de subidas de tipos para hacer frente a una inflación persistente.
Sin datos frescos, el banco central se vería obligado a tomar decisiones con graves consecuencias para la economía estadounidense sin tener una imagen clara de la situación.
Si bien un cierre corto tendría un impacto limitado a largo plazo, podría convertirse en un problema importante si los legisladores no llegan a un acuerdo rápidamente.
(Con información de AFP)