Ante la inminente parálisis del gobierno federal de Estados Unidos, el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, puso en marcha el sábado un plan de financiamiento de 45 días con la ayuda de los demócratas. Este movimiento podría mantener al gobierno en funcionamiento, pero pone en riesgo su cargo. A pocas horas de la medianoche, el plazo límite para financiar las operaciones del gobierno y evitar un cierre disruptivo, los legisladores republicanos se reunieron a puerta cerrada en el Capitolio, informó AP.
El nuevo enfoque de McCarthy excluye la ayuda a Ucrania -una prioridad de la Casa Blanca a la que se opone un creciente número de legisladores del GOP- pero aumenta la asistencia federal para desastres en USD16 mil millones, cumpliendo completamente la solicitud del presidente Joe Biden, según reportó The Hill. Ante la inminente votación, los demócratas han solicitado tiempo para leer el proyecto de ley de 71 páginas.
La medida de la Cámara de Representantes financiaría el gobierno a los niveles actuales de 2023 durante 45 días, hasta el 17 de noviembre, acercándose al enfoque emergente del Senado.
Si no se llega a un acuerdo antes del domingo, los trabajadores federales enfrentarán licencias sin sueldo, más de 2 millones de tropas militares en activo y reservas trabajarán sin remuneración y los programas y servicios de los que dependen los estadounidenses de costa a costa comenzarán a sufrir interrupciones debido al cierre.
La aprobación del paquete de la Cámara de Representantes obligará a McCarthy a depender de los votos demócratas, ya que su flanco duro de derecha ha declarado que se opondrá a cualquier medida a corto plazo. Actualmente, los republicanos tienen una mayoría de 221-212, con dos vacantes. El líder de la Cámara advirtió que si depende de los votos demócratas y deja atrás a su ala derecha, sus compañeros de legislatura más conservadores podrían tratar de destituirlo, aunque no está claro si habría suficientes votos para derrocar al orador.
Tras el colapso el viernes del plan anterior de McCarthy para aprobar un proyecto de ley solo con republicanos que incluía reducciones de gasto de hasta el 30% en la mayoría de las agencias gubernamentales -un plan que la Casa Blanca y los demócratas rechazaron como demasiado extremo- el líder de la Cámara hace un rápido giro de estrategia.
Según declaró en diálogo con AP el representante republicano Mario Diaz-Balart de Florida: “Nuestras opciones se desvanecen cada minuto”.
Esta crisis surge en un momento en que el gobierno federal de los Estados Unidos se encamina directamente hacia un cierre que causa una grave incertidumbre para los trabajadores federales en todos los estados de América y para las personas que dependen de ellos —desde las tropas, los agentes de control fronterizo, los trabajadores de oficina, los científicos y toda la descendencia de funcionarios y trabajadores federales— se esperaba que los oficiales de la Administración de Seguridad del Transporte y los controladores de tráfico aéreo trabajaran sin pagar, pero los viajeros podrían enfrentar retrasos en la actualización de sus pasaportes estadounidenses o en otros documentos de viaje.