Un nuevo informe de la organización sin fines de lucro PEN America revela que Florida se ha convertido en el estado líder en prohibiciones de libros escolares en los Estados Unidos. El documento titulado “Prohibido en los EE.UU.: La creciente presión para censurar” señala que más del 40% de todas las censuras de textos en el país durante este año ocurrieron en el Estado del Sol.
En contraste con los 625 incidentes registrados en Texas, 333 en Missouri y 281 en Utah, Florida registró un total de más de 1.400 prohibiciones durante el año escolar 2022-23. Estas prohibiciones tienen lugar a nivel de distrito escolar en Florida, donde las autoridades locales se enfrentan a un aumento de quejas presentadas por padres y activistas. Es importante destacar que este recuento incluye tanto casos de libros retirados de aulas y bibliotecas como títulos a los que se les restringió el acceso de los estudiantes, todos ellos pendientes de investigación.
Kasey Meehan, directora del programa Libertad para Leer de PEN America y autora principal del escrito, advierte que “Florida no es una anomalía, está proporcionando un manual para que otros estados sigan su ejemplo”. Meehan destaca el papel fundamental de los estudiantes que han utilizado sus voces para resistir los esfuerzos coordinados que buscan suprimir la enseñanza y el aprendizaje sobre temas relacionados con la raza, la sexualidad, la orientación sexual y la identidad de género. “Es hora de que sigamos su ejemplo”, enfatiza.
La creciente eliminación de libros coincide con la aprobación de varias leyes en Florida que han generado controversia. Entre estas leyes se encuentra la conocida como “Ley Stop WOKE”, que tiene como objetivo restringir la enseñanza sobre el racismo sistémico en las escuelas.
También se encuentran las leyes estatales denominadas “No digas gay”, que prohíben la instrucción sobre identidad de género y orientación sexual hasta el noveno grado, regla que se ha extendido hasta la escuela secundaria según una normativa del Departamento de Educación de Florida.
Es importante señalar que estas leyes no prohíben títulos específicos, pero han abierto la puerta para que activistas presenten impugnaciones de escritos en todo el estado de Florida. Muchas de estas impugnaciones reflejan las nuevas regulaciones impuestas por las leyes mencionadas. Desde el otoño pasado, una mujer presentó más de 100 impugnaciones de textos en las Escuelas Públicas del Condado de Escambia.
PEN America también destaca que el lenguaje de la ley conocida como “No digas gay” de Florida ha sido imitado en otros estados de tendencia política similar, como Iowa, donde la “vaguedad y la falta de orientación estatal llevaron de manera similar a los distritos escolares a prohibir los libros”. Florida ha argumentado que su ley inicial “No digas gay” no se aplica a los materiales de la biblioteca.
El informe señala además que de los 153 distritos escolares en todo el país que prohibieron escritos el año pasado, el 80% tiene un capítulo o afiliado local de grupos autodenominados “derechos de los padres”, que compiten a nivel nacional por la prohibición de las obras. Estos grupos, como Madres por la Libertad y Derechos de los Padres en la Educación, tienen su origen en Florida y han contribuido a la creciente presión para censurar libros en las escuelas de todo Estados Unidos.