En una muestra que promete ser un hito en la historia del arte moderno, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York presenta la exposición “Manet/Degas”, la cual examina minuciosamente la relación artística entre dos de los pintores más influyentes del siglo XIX, Édouard Manet y Edgar Degas.
Con una diferencia de solo dos años en sus edades, estos dos maestros fueron amigos, rivales y, en ocasiones, antagonistas, cuyas obras ayudaron a definir la pintura moderna en Francia. El escritor George Moore describió su amistad como “sacudida por una rivalidad inevitable”.
La exposición se adentra en las carreras paralelas de Manet (1832-1883) y Degas (1834-1917), presentando 160 pinturas al óleo, grabados, pasteles y dibujos que arrojan una luz sobre cómo sus objetivos y enfoques artísticos se entrelazaron y divergieron a lo largo del tiempo.
“Al examinar sus pinturas, dibujos y grabados en yuxtaposición directa por primera vez, esta exposición no solo destaca las intersecciones de su producción artística sino que también revela los contrastes, conflictos y caminos divergentes que dieron forma al arte moderno desde sus orígenes.” resalta el el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
A través de estas piezas, los visitantes tendrán la oportunidad de explorar cómo las relaciones familiares, las amistades y los círculos intelectuales influyeron en las decisiones profesionales y artísticas de ambos pintores, proporcionando una perspectiva única de un momento crucial en la pintura francesa del siglo XIX.
“Manet/Degas” es una colaboración entre el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y los Museos de Orsay y de la Orangerie de París, una alianza que busca enriquecer la apreciación del arte y la cultura a nivel global.
Arte, controversia y provocación
En esta exposición una obra maestra del siglo XIX se erige como faro de controversia y provocación: “Olimpia” de Édouard Manet, creada en 1863.
Esta pintura no solo desafió las convenciones de su época, sino que también dejó una huella indeleble en la historia del arte que aún sorprende e intriga a los espectadores modernos.
Cuenta el crítico de arte senior de Nueva York, Jerry Saltz en Vulture, que cuando “Olimpia” hizo su debut en el Salón de París en 1865, fue recibida con un alboroto de críticas y rechazo. Los críticos la tacharon de “fea y repulsiva” y la apodaron “mujer gorila”.
En el lienzo, una mujer desnuda mira directamente al espectador, mientras una criada negra observa con una expresión enigmática. La pintura fue considerada tan escandalosa que se ocultó para evitar las miradas de los críticos indignados y nunca se vendió durante la vida de Manet, explica Saltz
La pose de Meurent, recostada en una cama de almohadas y sábanas de seda blanca, con una mano sosteniendo un chal floreado y la otra cubriendo sus partes íntimas, desafía al espectador a una confrontación incómoda.
Según el análisis del crítico de arte, esta mujer desnuda, en lugar de ser una representación divina, se presenta como un desafío a las normas sociales y sexuales de su época.
Junto a Meurent, la figura de Laure, la criada negra, agrega una capa adicional de complejidad. Aunque algunos críticos han interpretado a Laure como una figura subyugada y deshumanizada, su presencia inquebrantable y su mirada enigmática cuestionan la dinámica de poder y raza en la obra, analiza Saltz.
Manet no la pinta de manera cruda ni sin ternura; existe una conciencia palpable de su presencia y de sus pensamientos mientras observa a Meurent. Este aspecto de la pintura ofrece una crítica sutil pero penetrante de las jerarquías sociales y raciales de la época.
El propio Manet, nacido en una familia acomodada, desafiaba las expectativas al dedicarse a la pintura en lugar de seguir una carrera tradicional. Su dominio del color negro y su hábil manejo del pincel marcaron un punto de inflexión en la historia del arte occidental.
“Olimpia” representa la culminación de su audacia artística, desafiando no solo las convenciones estéticas de su tiempo, sino también los prejuicios sociales arraigados y podrá ser disfrutada junto a otras decenas de obras en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York desde Del 24 de septiembre de 2023 hasta el 7 de enero de 2024.