Estados Unidos está evaluando imponer nuevas sanciones contra funcionarios guatemaltecos que interfieran en la transición de poder al presidente electo, Bernardo Arévalo de León, así lo aseguró este miércoles la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Kristina Rosales.
Rosales expresó su preocupación por las denuncias de persecución política contra Arévalo de León y su partido, el Movimiento Semilla, por parte de la Fiscalía guatemalteca.
“Nosotros estaríamos dispuestos a introducir sanciones a quienes de algún modo se interpongan en ese proceso democrático”, afirmó Rosales, y agregó que el Gobierno de Joe Biden espera que el presidente saliente de Guatemala, Alejandro Giammattei, “haga un llamado para que se pueda avanzar en el proceso de la toma de la nueva Presidencia”.
La vocera del Departamento de Estado dijo que Estados Unidos comparte la posición de la OEA (Organización de los Estados Americanos) sobre la situación electoral en Guatemala.
“Estamos sumamente preocupados. Lo dijo la OEA (Organización de los Estados Americanos) y lo hemos dicho nosotros”, subrayó.
En su intervención ante la Asamblea General de la ONU el martes, Giamattei criticó una supuesta “injerencia internacional” durante el proceso electoral de su país, pero prometió que entregará el poder el próximo enero.
“Contrario a la falta de verdad que se ha dicho en este espacio, entregaré el poder a quien resultó electo por la mayoría poblacional”, declaró.
La postura de Giammattei se deriva de las críticas que Guatemala ha recibido por la judicialización del proceso electoral y las alertas sobre un posible “golpe de Estado”, para evitar que el presidente electo, Bernardo Arévalo de León, tome posesión el próximo 14 de enero.
Giammattei aseguró que “a diferencia de otros países de la región, donde los gobernantes buscan reelegirse en contra de su constitución política” en Guatemala “se cumple la alternabilidad del poder”.
El discurso de Giammattei tuvo lugar un día después de que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidió a la Fiscalía guatemalteca detener la persecución penal contra Arévalo de León.
Además, durante la asamblea de la ONU, el presidente brasileño Lula Da Silva alertó que en Guatemala existe un peligro latente de golpe de Estado.
Por su parte, Arévalo de León, quien ganó las elecciones del pasado 20 de agosto con 2,5 millones de votos, presentó un recurso ante el Supremo contra las acciones de la Fiscalía, encabezada por la fiscal general Consuelo Porras, asegurando que existe un “rompimiento al orden constitucional” y pidió su renuncia.
Marcha contra la Fiscal General
Cientos de guatemaltecos bloquearon el martes una docena de carreteras en varias regiones del país para exigir la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras.
“Fuera golpistas” y “Que se vayan las mafias”, señalaban varias pancartas sostenidas por manifestantes convocados por el Comité de Desarrollo Campesino (Codeca), según imágenes divulgadas por la misma organización y la prensa local en redes sociales.
Los manifestantes cerraron al menos 12 tramos en diferentes puntos del país, en varios con piedras en el suelo, de acuerdo con el reporte de la policía de carreteras. Otro grupo marchó por calles del centro de la capital.
Los cierres ocurren después de que el opositor Arévalo pidió a la Corte Suprema anular un proceso iniciado por la Fiscalía por supuestas anomalías en la conformación en 2017 del partido Semilla, al que pertenece el presidente electo.
La petición de Arévalo también pretende la destitución de Porras, el fiscal Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana por violar la Constitución. Los tres funcionarios de Guatemala son considerados por Estados Unidos personajes “corruptos y antidemocráticos”.
“Exigimos el respeto de los derechos de la voluntad del pueblo en las elecciones” del 20 de agosto, dijo a periodistas la dirigente indígena Thelma Cabrera, parte del Codeca, que también exigió en la protestas fuertes reformas sociales.
(Con información de EFE y AFP)