El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, hablará por primera vez en la tribuna de la ONU, robándose la atención en un mundo asediado por las crisis y cada vez más cansado de los conflictos, como el de Ucrania.
Por primera vez, el presidente ucraniano acude a la Asamblea General de la ONU -el pasado año lo hizo por videoconferencia- y participará en un Consejo de Seguridad consagrado a su país, antes de viajar a Washington, principal aliado en su guerra contra Rusia, donde será recibido en la Casa Blanca.
“Es muy importante que nuestra palabra, nuestros mensajes sean oídos por nuestros socios”, dijo Zelensky el lunes durante una visita a un hospital neoyorquino donde se recuperan soldados ucranianos que han resultado gravemente heridos en la defensa de su país tras la invasión rusa hace año y medio.
“Ucrania presentará una propuesta concreta a los estados miembros de la ONU para reforzar el principio de integridad territorial y mejorar la capacidad de la ONU para impedir y parar una agresión”, dijo en la red social X, antes Twitter.
Con Ucrania, “queremos una paz justa”, dijo el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. “Aquí es el momento de hacerlo para garantizar un amplio apoyo a la fórmula ucraniana”, agregó en una conferencia de prensa.
Ucrania siempre ha encontrado en la Asamblea General un gran apoyo, ante la imposibilidad de hacerlo en el Consejo de Seguridad por el veto de Rusia.
Pero cada vez son más las voces del Sur Global que reclaman una solución pacífica tras un año y medio de guerra, que ha tenido consecuencias en todo el mundo con la disparada de los precios de los alimentos, en particular para los más vulnerables. Ucrania es uno de los principales productores de cereales del mundo.
Una de esas voces es la del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que se reunirá por primera vez con Zelensky el miércoles, después de acusarlo hace un año de ser tan responsable como el presidente ruso Vladimir Putin, de la guerra en Ucrania.
Brasil busca un papel de mediador en la guerra de Ucrania, sin tomar partido por Kiev ni apoyar la invasión rusa.
Su homólogo colombiano, Gustavo Petro, propuso sendas conferencias de paz con Ucrania y Palestina, porque el ruido de la “guerra nos quita tiempo para pensar”, dijo.
Multipolaridad frente a multilateralidad
Más de 140 mandatarios desfilarán a partir del martes por la tribuna de la 78º Asamblea de la ONU en un mundo fragmentado y asolado por crisis como la del covid-19, la climática, la escalada de conflictos en África, en Ucrania, la crisis migratoria o la inflación.
A ello se suman las tensiones geopolíticas sin precedentes en décadas, que han transformado al mundo en un espacio “multipolar y menos multilateral”, como lo definió Borrell.
El Sur Global quiere pasar la página del conflicto en Ucrania para concentrarse en la solución de unos problemas cada vez más acuciantes y que supuestamente iban a resolver los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030.
Los estados miembros se comprometieron el lunes a “actuar sin demora” para hacer realidad este “plan de acción” “sin dejar a nadie atrás”.
Estos objetivos “encarnan las esperanzas, sueños, aspiraciones y expectativas de las personas de todo el mundo”, recordó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El primero en hablar este martes será Brasil, seguido de Estados Unidos, Colombia y Cuba, representados por sus respectivos mandatarios.
Los grandes ausentes de esta cita mundial serán los mandatarios de Rusia, China, Francia, Reino Unido (todos ellos miembros permanentes del Consejo de Seguridad). Por América Latina tampoco vendrán los mandatarios de México ni Venezuela.
(Con información de AFP)