La expansión prevista por las compañías de vehículos autónomos Waymo y Cruise enfrenta desafíos significativos tras recibir luz verde para comenzar operaciones comerciales a plena capacidad este mes en California. La reciente oleada de incidentes adversos relacionados con los carros de Cruise ha catapultado la ya polémica aprobación de los robotaxis a un primer plano de escrutinio, especialmente en San Francisco.
El punto neurálgico de la polémica se sitúa el 10 de agosto, fecha en la que la Comisión de Servicios Públicos de California (CPUC, por sus siglas en inglés) concedió permisos a ambas empresas para operar sus servicios durante las 24 horas del día en San Francisco. No obstante, una serie de accidentes sucedidos posteriormente, lo que incluye la inmovilización de un vehículo Cruise en concreto fresco y dos accidentes vehiculares separados, han resaltado las crecientes inquietudes sobre la seguridad de estas tecnologías emergentes.
La rápida sucesión de los hechos provocó una respuesta firme del Departamento de Vehículos Motorizados de California (DMV). Según una declaración oficial emitida por la entidad, se ha solicitado a Cruise que disminuya a la mitad el tamaño de su flota en San Francisco, mientras se lleva a cabo una investigación meticulosa sobre lo reportado.
Ante esta situación, Drew Pusateri, portavoz de Cruise, comunicó que la compañía colaborará estrechamente con el DMV para “implementar cualquier mejora necesaria y suministrar la información requerida para reforzar la seguridad y eficiencia de nuestra flota”. El objetivo primordial es garantizar una implementación segura y eficaz de esta tecnología en las calles de la ciudad.
Al mismo tiempo, funcionarios de la ciudad de San Francisco están solicitando a la CPUC reconsiderar la reciente aprobación de permisos ampliados para Waymo y Cruise. David Chiu, fiscal de la ciudad, expresó profunda preocupación por los riesgos asociados con una “expansión sin restricciones”. Señaló que las potenciales repercusiones negativas para la ciudad superarían los beneficios que las empresas podrían obtener de una rápida comercialización.
Por su parte, Waymo se mantiene en una posición de cooperación y seguimiento de los desarrollos recientes. Julia Ilina, representante de la compañía, aseguró que están comprometidos a trabajar constructivamente con las autoridades locales para asegurar que su servicio no solo sea seguro, sino que también responda a las necesidades de movilidad de los habitantes de San Francisco.
En este contexto de creciente vigilancia, la Agencia de Transporte Municipal de San Francisco (SFMTA) ha reportado casi 600 incidentes conocidos relacionados con autos autónomos desde junio de 2022, que incluyen desde frenazos inesperados hasta colisiones.
Lo que prosigue en esta trayectoria es la observación cuidadosa de los próximos movimientos regulatorios. Los ojos están puestos sobre Aaron Peskin, supervisor de San Francisco, quien se espera que presente una apelación formal contra la decisión de la CPUC. Paralelamente, la comunidad espera con interés la resolución del DMV respecto a los permisos de Cruise en vista de los hallazgos de su investigación en curso.
El desarrollo de vehículos autónomos representa un punto de inflexión en la historia de la movilidad urbana. A medida que San Francisco navega por las aguas turbulentas de la innovación tecnológica y la seguridad pública, el mundo observa atentamente cómo se despliega esta nueva era de transporte.
¿Qué es robotaxi?
Un robotaxi se caracteriza por ser un vehículo completamente autónomo, capaz de transportar pasajeros desde un punto de origen hasta su destino final sin la intervención de un conductor humano. En esencia, estos autos actúan como una versión automatizada de un taxi convencional o un servicio de Uber.
Este transporte avanzado está equipado con una serie de sensores que les facilitan percibir su entorno de manera detallada. Estos colaboran en la elaboración de un mapa visual de la ruta al permitir al auto “observar” su trayectoria inmediata.
Este sistema se potencia mediante el uso de cámaras que contribuyen a generar un mapa visual más completo y puede complementarse con tecnologías adicionales como radar, ultrasonido e infrarrojos, así configura el sistema visual del vehículo autoconducido.